#1:

435 26 13
                                    

Pov.narrador/ra

Eric, al igual que los 1.500 hombres que se encontraban en aquella base; era solo un soldado más de una nación devastada por la guerra.

Había abandonado todo; su comodidad, su hogar, su familia, su bienestar solo para proteger a aquellos que ama y a la nació que le acogió desde que nació.

Entrego todo, su cuerpo, su fuerza, su esfuerzo, su cordura y su confianza a sus compañeros de escuadrón.

Lo dio todo para poder dar una diferencia significativa en aquella guerra, y lo estaba logrando, solo tenían que resistir un poco más, unas cuantas horas y la guerra que había tomado ocho años y un sin fin de vidas terminaría con un tratado de paz por parte de todas las naciones del mundo.

—¿Feliz de que esto por fin acabe?.

Escucho a sus espaldas, se volteó para ver al dueño de aquella carismática voz, era un colega suyo, un extranjero enviado desde una de las naciones aliadas.

—¿como no voy a estar feliz Viktor? Podre volver a casa con mi madre.— contesto alegre —¿y tu? Seguro tienes a alguien esperando por ti en tu hogar.

El nombrado sonrió, se acercó a Eric y se sentó en el suelo a un lado de donde el contrario hacía guardia.

—si, de hecho tengo a alguien que me esta esperando.— se acomodo mejor en el pasto quedando acostado en este —mi esposa e hijo... o hija, aún no se que es, partí cuando aún no había nacido.

—no sabia que tenías esposa.— le regaló una sonrisa al extranjero. —ah de ser una mujer hermosa.

—como no tienes idea.— solto un pesado suspiro —la extraño.

Eric miro a su acompañante con nostalgia, el había sido el primer y único amigo que había logrado hacer en aquel tétrico lugar, sin duda le extrañaría, bueno, quizás luego podría intentar contactarse por medio se cartas.

''○''○''○''○''○''○''

Las horas pasaban y aun no llegaba el esperado mensaje de sus superiores ordenando que bajaran las armas y se retiraran del lugar, todo estaba en un extraño e incómodo silencio.

Un ambiente tenso se formó en la base, algo no andaba bien y el lo sabía, miro a su alrededor desconfiado, era demasiado silencioso para su gusto.

Y entonces lo vio, a lo lejos en una colina no muy lejana logró divisar no a uno, ni a dos, sino a una centenar de hombres uniformados del ejército enemigo.

Eric alarmado, despertó a Viktor para que fuera a informar al general sin embargo, ya era demasiado tarde.

Habían sido rodeados por los soldados enemigos, ahora eran más y no venían con buenas intenciones, aunque ya estaban literalmente en el fin de la guerra, aún no habían enviado el mensaje por lo que seguían en un gran peligro.

Los disparos no se hicieron esperar, Eric junto a Viktor buscaron refugio en una zanja junto a varios de sus compatriotas, intentaban contraatacar el ejército enemigo, sin embargo eran más las pérdidas de sus aliados que las de los enemigos.

—maldición... — gruño Viktor, una bala había atravesado su brazo, pero a pesar del dolor y la sangre que bajaba por este no dejó de disparar a los enemigos matando a varios de estos.

—venga resiste un poco.— dijo Eric disparándole a un tipo en la cabeza para luego voltear a ver a su amigo —es una herida profunda, mierda.

—¡no te distraigas y sigue disparando!.

—e-eh si.

Aparto su mirada del contrario y siguió co  lo suyo, las fuerzas enemigas iban disminuyendo con el pasar de los minutos, lamentablemente las suyas también y en una cantidad mucho mayor a las contrarias.

Los soldados enemigos lograron apoderarse de la base, uno a uno su escuadrón iba siendo desintegrado hasta que finalmente solo quedaron él, Viktor y un par de francotiradores quienes les daban apoyo desde su escondite, los soldados enemigos los superaban en número, al menos unos quince quedaban de pie y seguían disparándoles.

—estamos perdidos.— lloriqueo Viktor recargando su arma —joder, al menos me hubiera gustado ver a mi hijo una sola vez.

—¡y lo harás!.

Eric gritó con impotencia, no le gustaba ver como su compañero se daba por vencido tan rapido, y si, tal vez las cosas no se veían muy bien que digamos pero, al menos aún tenían una pequeña probabilidad de sobrevivir ante tal situación.

Así que, tomando todo el valor del mundo y retando a la suerte; Eric apretó con fuerza su arma y salió de su refugio disparando a las tropas enemigas, tenía que crear una distracción y acabar con la mayor número de soldados que pudiera para que así, al menos su compañero extranjero tuviera una pequeña posibilidad de sobrevivir.

Uno, dos, tres balas fueron a parar a su brazo y hombro derecho lo cual hizo que gritara adolorido terminara por caer al suelo, maldijo por lo bajo a quien le había disparado, el chico estaba cansado de todo eso, su cuerpo no soportaría mucho más.

Intento incorporarse en su lugar fallando las primeras veces, pero una vez lo logró tomo su arma una vez más y arremetió contra los enemigos consiguiendo un total de seis bajas en el escuadrón contrarío, los francotiradores también hacían su parte pues estos habían acabado con al menos unos siete de ellos, parecía que finalmente terminaría el tormento.

Pero de un momento a otro, un soldado enemigo disparó un arma cerca de nuestro protagonista, esta le había dado en la cabeza matándolo en seguida.

Lo único que logro escuchar antes de caer completamente en la oscuridad habían sido los gritos de Viktor llamandole y el sonido del comunicador, al parecer por fin había acabado la guerra.

Era una lástima que su vida se hubiera ido con ella...

Continuará...

Reencarnado en un Pokémon \\Kabal y los caballeros\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora