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Pov.Eric

Luego de que todo se volviera oscuro, comencé a sentir diversas cosas, mi tacto había vuelto, y con el la necesidad de respirar lo cual no podía hacer, había algo que me lo impedía, un líquido extraño el cual me rodeaba era el causante de que el aire no llegara a mis pulmones.

Intenta estirarme, moverme un poco e intentar alejar aquella cosa pero me era imposible, genial, lo que me faltaba, no he ni reencarnado y ya me moriré ahogado

Entre mis desesperación por salir de donde estaba, empecé a escuchar cosas, eran murmullos los cuales ni lograba entender, la falta de oxígeno ya me estaba afectando, tanto como para hacerme escuchar voces, algo asustado, volví a intentar salir donde quiera que este, movía mis manos a mi alrededor buscando algo para agarrar pero en lugar de eso toque algo sólido, era como una... ¿pared?.

Cada vez me confundía más y más, y eso aumentaba mi miedo y desesperación, comencé a golpear aquel muro que me rodeaba, tenía que salir de ahí rápido si no quería morir a falta de oxígeno, al parecer mis esfuerzos estaban sirviendo pues escuche como algo se rompía, creo que lo estoy logrando.

Los murmullos se escuchaban más y más fuerte mediante quebraba aquello que me rodeaba, ahora eran un poco más entendibles, me alegré debido a eso pues significa que ni me lo estaba imaginando y si había alguien más.

Y después de una eternidad por fin logré quebrar por completo lo que le mantenía prisionero, mis ojos dolieron un poco debido al cambio radical de luz, los cerré de inmediato al sentirles arder, pase mis manos por estos en un intento de calmar el dolor que sentía.

—¡Es un Noibat! ¡es un Noibat!.

Escuche gritar a alguien, debido a aquel grito mis orejitas comenzaron a doler de sobre manera, tanto así que no pude evitar comenzar a llorar por el dolor, hay pude notar que estas eran mucho más sensibles ahora.

Dolia, dolia demasiado y parecía que aquel que gritaba no se callara jamás, sin embargo y por suerte para mi, había otra persona la cual calló al que gritaba.

—Yuum idiota, deja de hacer eso que lo asustas.

Regaño el otro con molestia, escuche pasos acercándose a mi para luego ser alzado del suelo por alguien, con dificultad abrí uno de mis ojos para así ver a quien me cargaba; este era alto y de pelaje negro, su apariencia me recuerda a la de los monos de mi mundo pero mucho más lindo, me le quedé mirando un buen rato guardando así cada detalle del ser desconocido en mi memoria, voltee la cabeza a un lado y mire al otro, supongo que era quien había gritado hace unos minutos; este tenía la apariencia de un murciélago solo que mucho más grande que una normal y también era más lindo que los normales, en su rostro podía ver una expresión de asombro y a la vez de culpabilidad, tal vez se siente mal por gritarme.

—es más pequeño de lo que pensaba.— dijo el de pelaje negro colocándome frente a él para verme mejor, yo solo movi mi cabeza un poco en signo de confusión —creí que era un huevo de Riolu.

Solto un suspiro con decepción para luego acariciar mi cabeza.

—bueno, tal vez esos pillos también atacaron un nido de Noiverm.— agregó el otro acercándose a mi —awww es muy pequeñito y tierno ¿no te parece Zack? ¡oye deberíamos ponerle un nombre!.

—¿nombre...?

Zack me miro para luego voltear a mirar al nombrado Yuum.

—¿no pensarás que no lo vamos a quedar verdad?.— pregunto para luego negar con la cabeza —oh no, ni lo creas, ya tenemos muchos problemas como para meternos en otro por tener a un tipo dragón con nosotros.

Reencarnado en un Pokémon \\Kabal y los caballeros\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora