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Pov.Eric

Oscuridad...

Eso era lo único que había donde estaba, solo un horrible y profundo vacío oscuro sin nada ni nadie.

Intente moverme para ver mejor y así buscar a mis compañeros pero nada, estaba solo y mi cuerpo se encontraba inmóvil.

Intente gritar, llamar por ayuda o siquiera por la presencia de alguien más, pero mi voz no salía, era solo un murmullo silencioso como el sonido del viento acariciando las hojas.

Solo me quedé quieto por un buen tiempo, no se exactamente cuanto pues no tenía control sobre este, parecía que el tiempo no avanzaba o corría, como si todo hubiera quedado completamente paralizado.

Era como si todo a mi alrededor estuviera muerto... ahora que lo pienso, tal vez sea yo el que esté muerto, digo este lugar parece surreal, además de que acabo de notar que no tengo la necesidad de respirar o algo.

Tal vez si he muerto y este en el limbo justo ahora...

De pronto, sentí como algo me jalaba, era una fuerza invisible que me llevaba hacia arriba, una luz me comenzó a rodear, esta era de un color púrpura algo fuerte, era extraño, muy extraño, pero a la vez atrayente.

A mi alrededor pude ver más luces pero estas eran de diferentes colores, mientras más me acercaba podía ver mejor aquellas luces notando que eran personas las cuales al igual que yo brillaban.

Muchos de estos (por no decir casi todos) vestían uniformes al igual que yo, uniformes los cuales pude reconocer, eran del escuadrón del norte, sur, este y oeste, incluso pue ver a varios de mi escuadrón, aquellos que hace no mucho vi morir frente mis ojos, estaban a mi alrededor.

Aunque note algo en cada... ¿alma? Que se encontraba cerca, estas tenían un brillo peculiar en una parte específica de su cuerpo, unos la tenían en el pecho, otros en un brazo.

Yo mire con curiosidad mi cuerpo buscando aquella singular luz, sin embargo no la encontré, extrañado intente hablar con uno de mis difuntos compañeros pero este solo me miro por unos momentos para luego regresar a mirar al frente, era como si no me escuchara.

Intente hablar con los otros, enemigos o aliado, quería saber que pasaba pero nadie me contestaba, con cierto miedo me abracé a mi mismo mientras cerraba los ojos con fuerza. No entendía porque yo era el único que parecía alterado con lo que estaba pasando, los demás a pesar de estar muertos y estar en mis mismas condiciones se veían tan tranquilos, era como si solo me ignoraran e ignoraran el hecho de que habían muerto.

—Viktor... — solté recordando a mi amigo, mire rápidamente a mi alrededor buscando señales de él, lo último que recuerdo es que estaba herido, mis ojos se llenaron de lágrimas al suponer que el también había muerto y yo no pude hacer nada.

Eric...

Escuche una voz firme pero calmada llamándome, está se escuchaba en todas direcciones como un eco.

Eric, no tienes de que asustarte, todo está bien joven.

Cerré los ojos con fuerza para luego con mi mano empezar a frotar mis párpados, luego los volví a abrir notando que ya no habían más almas a mi alrededor, estas habían desaparecido de un momento a otro, en su lugar pude ver una criatura extraña frente a mi.

Esta era de un color blanco con plateado, tenía un aro amarillo alrededor de su cuerpo, el ser era muy grande, creo que incluso más grande que una casa.

Eric, yo soy arceus, el dios del "mundo Pokémon".— dijo calmadamente.

—¿m-mundo Pokémon?.— pregunte con duda a lo que el solo movio su cabeza en forma afirmativa —p-pero bueno, ¿no se supone que dios es más... humano?, es decir, crei que el seria...

Reencarnado en un Pokémon \\Kabal y los caballeros\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora