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Pov.Narrador

Kabal se encontraba sumamente emocionado, el pequeño corría de un lado a otro buscando sus cosas para luego meterlas en una pequeña mochila que le había regalado Zack, finalmente le sacarían de casa.

El Zarude tenía que ir a una reunión importante en su trabajo y tardaría un poco, Luna y Yuum no se encontraban en casa por lo que el tipo planta tendría que llevarse al pequeño Noibat para así no dejarle solo en casa y que algo malo le pasara.

—recuerda, debes comportarte.— habla Zack mientras peina el pelaje del pequeño lo mejor que puede para que se vea más presentable —y hacer todo lo que yo te diga ¿de acuerdo?.

El pequeño asintió emocionado, trataría de cumplir cada regla que le diera el mayor, cada orden sería hecha de la mejor manera posible, quería ganarse más salidas y así no estar encerrado en aquel lugar. Y no lo malinterpreten, a él le gustaba estar ahí, era su hogar, su lugar seguro además, las personas que amaba estaban ahí, sin embargo era tedioso estar siempre encerrado en su había leyendo o jugando.

Tal vez en su anterior vida haya sido un soldado, uno que se astenia a sólo seguir órdenes. Pero ahora... ahora era un niño, uno curioso, uno que ya estaba aburrido de la monotonía.

—lo que usted diga señor.— dice el tipo Dragón/volador parándose lo más derecho que puede y haciendo un saludo militar.

El Zarude sonrió al verlo, su pequeño era todo un caso, ni siquiera sabe de donde aprendió aquello, supone que de algún libro o alguno de los chicos se los enseñó.

—venga, vamonos de una vez o llegaremos tarde.— alzó al pequeño en brazos y luego lo subió a su espalda, Kabal se aferro a su hombro con sus pequeñasonrisa garritas para no caerse —será un viaje movido, así que sostente.

Tras decir esto, el tipo planta salto del barandar aterrizando en la rama de un árbol, Kabal grito asustado por aquella repentina acción, cerró sus ojitos y escondió si rostro en el pelaje del mayor.

Sintió como el viento pegaba violentamente en su rostro lo cual no hacía más que asustarle, escucho la risa del mayor y luego un toque en su cabeza.

—oye, no te escondas.— le dijo Zack mientras acariciaba la cabeza —no pasa nada, te prometo que te gustará, solo abre los ojos.

Aun temeroso, abrió se poco sus ojitos ámbar, miro por los alrededores, aunque algo borroso podía distinguir varios enormes árboles y algunos pokémon revoloteando por el lugar.

Zack se columpiaba usando las lianas de su brazo y también las que ofrecían los árboles, de vez en vez aterrizaba en las ramas para agarrar impulso y volver a saltar.

Kabal sonrió, ya no sentía miedo, el viento ya no pegaba violentamente en su rostro, ahora era diferente, se sentía bien... se sentía libre, como si volará. No faltó mucho para que finalmente llegarán a su destino, este era lo que parecía ser un edificio de madera construido en el interior y parte del exterior de un enorme árbol, en el se podían leer en las letras de aquel mundo la palabra "Policía".

El Zarude aterrizo y bajo al pequeño de su espalda, este se tambaleó un poco, mareado por toda la experiencia anterior, aun así, su sonrisa no desaparecía, sintió el gentil toque del de pelaje negro en su cabeza.

—llegamos, aquí es donde trabajo.— sonrió al ver al pequeño mirando anonado el edificio.

—es tan grande... — dice el pequeño, su voz se oía sorprendida.

Zack asintió, tomó una de las garritas del menor para luego empezar a caminar junto a él, ambos agarrados de las "manos" como lo haría cualquier padre con sus hijos.

Reencarnado en un Pokémon \\Kabal y los caballeros\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora