𝕮𝚞𝚛𝚜𝚎𝚍 [Actualizándose sólo en Inkitt]

8. Algo peor que el ego [*]

Existe algo curioso entre la gente que siempre ha crecido con el ego demasiado grande, y es que cree que nada ni nadie puede obligarlos a tocar el suelo con las rodillas. Que una pequeña acción, que ellos consideran "divertida" o "necesaria", a veces puede joderte la vida con la misma facilidad que partes un folio con tus propias mano. Ese era el caso de Toga al principio una vez lo desatamos y dejamos consternado en aquel árbol.

Crimson no creía que fuera buena idea desatarlo y dejarlo libre, pero yo le aseguré que podía confiar en mí. Y, por supuesto, el tiempo me dio la razón. Toga se tiró alrededor de una hora, desnudo ―porque la ropa que dejó en el río me la llevé para escondérsela y así aumentar su enfado―, dando vueltas de un lado a otro con intenciones de abandonar el bosque hasta que volvió hacia el campamiento siguiendo la luz que salía de las llamas.

Era gracioso observar como un hombre tan enorme, con un ego demasiado grande, creía que besarlo con sangre enlazada sólo era un kink asqueroso y pervertido... cuando en realidad la importancia estaba en el hechizo realizado por el hechizo silencioso: Cada vez que se alejaba demasiado de nosotros, huyendo como loco cuando creía que era mejor estar desnudo que al lado de dos "zumbados", sentía que "algo" tiraba de su cuello con demasiada fuerza, como una correa de perro, y su cuerpo caía hacia atrás para llevar sus manos a su cuello por una agobiante sensación de asfixia que le obligaba a arrastrarse y volver para acercarse un poco a nosotros.

Contrato sangriento es una habilidad interesante que estudié concienzudamente mientras me bañaba en el río. Sabio me explicó que se trataba de una habilidad exclusiva de los vampiros, y que algunas variantes de monstruo de forma de murciélago tenían ―los del laberinto, de ahí los saqué después de comerme a unos cientos de ellos―, donde se centraba en adquirir "familiares" o "vasallos" dependiendo del tipo de contrato. 

¿Por qué no desapareció? Porque tenía sangre de Crimson navegando por mis venas, por lo que intuyo que esa habilidad no desapareció junto a muchas más. Mi única duda era sobre el por qué sólo tenía cinco espacios en total. Duda que, con el tiempo, me terminó dando igual porque llegué a la conclusión de que el uso más factible era usar esto sólo en criaturas que me fueran a ser útiles, y por lo tanto podría crear una especie de grupo que pudiera protegerme.

Era necesario utilizarlo con cabeza.

La habilidad se entremezclaba con la sangre del "amo" y el "vasallo", aunque habían ciertas culturas vampíricas en los que mezclaban también la sangre de los compañeros para que no les traicionaran a ellos. Obligados temporalmente a quedarse al lado de su señor hasta confirmar su tolerancia y fidelidad, eran castigados con dolor fantasma, ansiedad y sensación de asfixia si intentaban huir o tomar una actitud inadecuada para alejarse de éste.

No era perfecto. La posibilidad de que el "vasallo" se suicidara estaba ahí al alcance de su mano para abandonarlo todo si no estaba dispuesto a seguir con ello. Supongo que los vampiros lo tendrían más fácil con su habilidad de hipnosis.