15. Engaños y trampas [*]

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Hay un límite entre molestar a alguien y avergonzarlo en todo su esplendor, y Kay se ha pasado de la raya

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Hay un límite entre molestar a alguien y avergonzarlo en todo su esplendor, y Kay se ha pasado de la raya. Tanto que me siento terriblemente ofendido y frustrado.

Nadie, absolutamente nadie en todo mis años, ha sido capaz de provocar en mí esa sensación de sentirme como un completo perdedor en cuanto a sexo se refiere. Mucho menos ha tenido las pelotas de exponerme abiertamente a un estado de plena vulnerabilidad. Esa noche que me ha dejó atado, suspendido en el aire sin siquiera poder moverme aunque pusiera todos mis esfuerzos por liberarme, y desnudo, supe que había alcanzado el epítome del descaro al provocarme incluso antes de dormir. ¿Qué se cree ese mocoso que somos las Bestias? ¿Acaso piensa que tenemos corta memoria como los animales salvajes?

Las raíces no desaparecieron hasta que los primeros rayos del sol no se colaron por la entrada de la tienda, despertándome con una caída contra el duro y sucio suelo de tierra.

Una vez abajo, entre quejidos, recuerdo que le dediqué una mirada asesina y estuve a nada de rajarle la garganta con mis propias uñas. Pero luego recordé su advertencia de morir empalado, además de que tenía unas terribles ganas de mear y no me apetecía que ese puto diablo tuviera otra razón de reírse de mí si me llegaba a mear encima como un mocoso.

Cuando volví a la tienda, él ya se había ido.

Quería venganza, devolvérsela... pero Crimson volvió y entonces la ecuación volvió a restaurarse, y por lo tanto no me quedó otro remedio que aguantarme las ganas de joderlo. 

Pero eso no fueron los únicos cambios: De repente, Kay me prohibió volver a dormir con él y me dijo que sólo me permitía dormir dentro si lo hacía en el suelo, al lado de su cama de madera de aspecto extraño... porque a la mañana siguiente él me pisaba el abdomen o la espalda como si nada, antes de marcharse a su rutina. Fue frustrante que joderme, especialmente porque no me gusta dormir a la intemperie salvo si es estrictamente necesaria y sólo en forma de tigre para evitar la temperatura. Las comidas de grupo volvieron también, silenciosas o con poca conversación de temas aleatorios. Las misiones por separado, ya que muchas de las que tomaba Kay eran de recolección de material o subyugación de monstruos.

Pero lo más extraño era cuando teníamos nuestro momento del lago: Estaban llenos de silencio, y Kay me provocaba con movimiento inocentes para que mis ojos me traicionaran y fueran directos a observar sus movimientos. Me cabreaba conmigo mismo por que no podía tocarlo, no podía acercarme demasiado o una raíz aparecería de la nada y me abofetearía en la polla hasta que me alejara de él. 

Por desgracia, aunque me muriera de ganas de follar con una de las cariñosas de la Zona Roja, todavía no tenía el dinero necesario para pagar un set completo de atención.

Y pese a todo lo comentado, me hallo aquí persiguiendo sus pasos mientras él deambula por el bosque. Me siento como un ladrón esperando el momento de asaltar a un noble. ¿Y por qué lo estoy siguiendo? Porque de manera inexplicable Kay parece hacerse más fuerte por días que van pasando, pero eso es extraño porque mi nivel es muchísimo más alto que el suyo según el papel que vi en Tera. Por supuesto que sus estadísticas me parecen un auténtico despropósito, aunque saber que sus oficios no son de combatiente, sólo me hizo pensar que a lo mejor estaba haciendo algún tipo de trampa para avergonzarme y jamás saber su secreto.

𝕮𝚞𝚛𝚜𝚎𝚍 [Actualizándose sólo en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora