Capítulo 9. "Bésame".

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—A ver Steve. —Dijo Robin apretándose los ojos con los dedos de su mano derecha mientras que con la otra señalaba una película posicionada en la encimera de la cocina. —Llevamos mucho tiempo así y estás agotando mi paciencia... ¿Quién te gusta más?

La miré con detenimiento, se trataba de la carátula de la película "Perfect" protagonizada por Jamie Lee Curtis y John Travolta. Ella era muy guapa. Recordaba haberla visto en alguna que otra película y su cuerpo era de escándalo pero John Travolta... era puro sexo andante. Dudé y mi mirada viajó de un personaje a otro constantemente.

—No sé —dicté encogiendo los hombros. —¿Ambos? Es decir, Jamie Lee Curtis está buenísima pero, ¿él? Estamos hablando del mismísimo John Travolta que despierta sexualmente a cualquiera.

—Debes de tener alguno claro cabezón...

—¡Es que no lo sé! Ambos son guapísimos pero en la portada no puedo aprovechar mucho más. —Me sinceré porque solamente salían sus caras.

—Tienes razón pero, ¿la viste verdad? ¿Viste la película? Hay una escena que o bien se te cae la baba con uno o con otro. O con ambos claro...

Lo pensé. Claro que lo había visto, esa escena se había clavado en mi mente desde el año pasado que fue cuando se había estrenado la película. Era de una sesión de aerobic y ambos hacían una pequeña "guerra" de baile con connotación sexual, MUY sexual de hecho. No recordaba bien en quien me había fijado más pero si que era verdad, y que ahora era mucho más consciente, de que me había fijado mucho en los dos. Tanto en la silueta de ella contoneándose mientras realizaba giros con su cintura y mantenía una posición de sus piernas que incitaba a tener una tórrida aventura ahí mismo, como en el paquete de él que viajaba de un lado a otro marcando en unos pequeños shorts grises.

—Creo que me he fijado en los dos en esa escena. Me empalmé con ella —Cité señalándola en la carátula. Robin puso cara de asco ante mi sinceridad. —No me mires así, soy hombre, es la respuesta que tiene mi cuerpo cuando algo me gusta. —Solté sin más, con Robin podía decir esas barbaridades. —Y recuerdo pensar en el tremendo paquete que calzaba John Travolta, así que me fijé en ambos creo.

Robin me miró pensativa y se dejó de caer con sus brazos completos sobre la encimera. —¡Enhorabuena! Eres bisexual. —Finalizó alzando los brazos y con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Y eso no es ser vicioso? —Sabía de sobra que no, porque yo no lo era y si que me podía considerar bisexual pero, era todo para sacarle un poco de quicio a mi compañera.

—¡¡Por favor Steve!! No me hagas arrepentirme de haber venido después del trabajo a verte para aclarar esa pedazo de cabeza que tienes.

Tenía razón. Yo tenía el día libre, mi primer sábado de hecho desde hacia mucho tiempo, y ella había terminado su jornada de media mañana y había acudido a mi casa tras una llamada que le había hecho al video club para que viniera a almorzar con nosotros de nuevo. Había visto la felicidad del moreno la noche anterior con esto de haber estado Robin con nosotros que decidí invitarla de nuevo. Ella había aceptado sin rechistar porque me confesó que le encantaba meter chistes sobre lo que me gustaba Eddie Munson en frente de él y ver mi cara de bobo cuando lo hacía. Son todo palabras textuales de ella. Estábamos preparando el almuerzo cuando Robin sacó en la conversación si notaba alguna diferencia de cuando me había gustado Nancy a ahora que me gustaba todo lo contrario, es decir, un chico. Ella se había empeñado en decirme que me veía mucho más colado de Eddie que de Nancy y yo, aunque no quisiera aceptarlo, porque no, no se lo diría a Robin, tenía que admitir que llevaba la razón porque si, todo esto que yo estaba sintiendo por él era mucho más fuerte de lo que pudiera haber sentido alguna vez con cualquiera otra chica y ahí también incluía a Nancy, con la cual hubiera compartido mi vida entera.

Steddie | Nuestro mayor secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora