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—Ibai quiere contactarse contigo, ¿Esta bien si le doy tu número?
Asentí sin mirar a Juan pues me encontraba haciendo unos apuntes para mis próximos streams.
—Los Squid Games te ayudaron, has crecido en números.
—Ya se, más marcas me han contactado.
—Estuviste a nada de ganar.
Sonreí levemente aún sin mirar a la pareja, aquellos dos continuaron hablando a la vez que desayunamos contándonos anécdotas o hablando del pasado.
Mi mañana se basó principalmente en continuar haciendo mis ideas de stream, cómo dijo Juan había crecido en números y me estaba beneficiando bastante.
Decidí prender stream un rato reaccionando a diferentes cosas pues no tenía ánimos de jugar.
Reí viendo el vídeo que aparecía en mi pantalla y leí algunos comentarios del chat.
Auron hosteo a 100,471 personitas guapas
—Me cago en la puta—susurre al escuchar—¡Bienvenidos al mejor stream de su vida!
Trate de ignorar aquello para continuar algo tranquila o al menos lo intente.
Eli7 ha donado 300 bits Esto huele raro... ¿Nos ocultan algo?
—¿Que mierda os voy a ocultar? Joder—escupí ya molesta. Definitivamente mi vida era mejor antes de que Raúl y Sara aparecieran nuevamente.
Sin decir nada cerré stream, tape mi rostro con mis manos soltando un grito de frustración. Tomé mi celular buscando aquel número.
—¿Quieren hacer algo por mi? Dejadme en paz, cómo lo habéis hecho estos tres años—solté sin darle tiempo de responder y colgar la llamada.
Como pude salí de ahí sin saber a dónde ir, simplemente camine por toda la calle con mi respiración al tope.
Tomé mi celular marcando el número de mi amiga.
—Vi tu stream, ¿Estás bien?
—No, no se ni donde estoy...
No pude ni escuchar lo que me decía Ari pues lo siguiente que sentí fue el aire abandonando mi cuerpo y ver todo negro.
= =
—Perdoname Sara, yo los quiero pero __________ estaba mejor sin saber de ustedes... Ese plan es cruel y no voy a participar en ello.
Abrí mis ojos para ver a mi amiga hablando por teléfono, parpadee un par de veces tratando de acostumbrarme a la luz.
—Ari, ya despertó—aviso Juan acercándose—¿Te sientes bien? ¿Cuántos días llevabas sin comer? De milagro sigues aquí.
—Lo siento, solo explote y...
—Esta bien, te entendemos.
Sonreí levemente al sentir los brazos de mi amiga envolverme, me quedé un rato platicando con mis dos amigos hasta que entró un médico para explicarnos algo que ya sabíamos. Mis problemas alimenticios, ataque de pánico, etc.
Al ver a Ari dormida y que Juan no estaba tomé mi celular para ver algunas cosas.
Número desconocido
Estás bien? 8:51 am
Creo que debí contactarte de otra forma y no aparecer de la nada 8:51 am
Recuerda que te quiero con toda mi alma y sigues siendo mi pequeña hermanita 8:51 am
Por favor, dejadme en paz 9:17 am
No quiero saber de ti, al menos no ahora 9:17 am
Cuando quiera, yo misma llamaré 9:17 am
Bloqueé mi celular tratando de no derramar lagrimas, varios recuerdos vinieron a mi mente y ahora solo quería volver a España.
Pero prometí no hacerlo y ya tenía una vida aquí.
El resto del día fue tranquilo pues me dieron de alta, por órdenes de Ari decidieron que me quedaría en casa de estos. Aunque me opuse solo me gane un regaño por parte de la mujer.
Prácticamente mis días se basaron en quedarme en una habitación donde la pareja me vigilaba que hiciera todas mis comidas. Estaba completamente aburrida, necesitaba hacer stream.
Me encontraba mirando el techo en completo trance hasta que mi celular sonó mostrándome un número de España, algo dudosa contesté.
—¿_______? Juan me pasó tu número, supe lo que te paso—suspire algo aliviada al saber que no era Raúl.
—Ibai, un gusto, hombre—murmure.
—Te he llamado porque vi como creciste después de los Squid Games, tía. Me gustaría que participaras en un evento que habrá dentro de cinco meses.
—Seria un honor, cuenta con ello.
—¿Puedes venir a España a principios de Febrero? Ya te contaré más sobre el evento—explico, ¿Ir a España? Solo iría por trabajo.
—Ahí estaré.
¿En qué me estaba metiendo?
Aquel día no podía dejar de pensar sobre aquel evento y la curiosidad me mataba, no aguantaría hasta Febrero para saber.
—¿Te llamo Ibai?—asentí viendo a Juan—¿Quieres saber sobre que es el evento?
Asentí rápidamente, tanto que me dolió la cabeza.
—¡Juan! No le vas a decir nada—reprocho su esposa a lo que ambos la miramos mal como si de niños pequeños se tratará.
Nos dispusimos a cenar los tres juntos riendo, ayudándonos sobre ideas para próximos streams y recomendandonos juegos.
Deje de reír al escuchar mi celular sonar, revise el mensaje el cual casi hace que se me resbale de las manos.
