Soledad,
soledad desmedida,
siempre soledad.
En el interior despojado de sentir,
en las miradas ajenas,
en las huellas que se borran,
en las promesas rotas.
Soledad bien sentida,
comprometida a rendición.
Soledad henchida de silencio,
maltratada de fe,
de esperanzas moribundas,
de perdones malgastados.
Soledad perspicaz, tenaz,
valiente.
Soledad loable y fiel,
sencilla, humilde, honesta,
incluso bella por instantes,
incluso deseada a veces.
Soledad amiga y némesis,
rehuida y perseguida.
Soledad impenetrable,
carente y complicada.
Soledad en pronombre posesivo,
marcada, tatuada en el pecho,
caminando en multitud.
