LII

8 3 0
                                    


La muerte vendrá a buscarme

y como antaño, sonreiré.

Hemos sido testigos

la una de la otra,

en momentos 

de desesperada mortalidad. 


Con risas frenéticas 

o llantos desgarrados

su mano fría 

se ha posado en mi frente

y en silencio ha susurrado:


has de luchar un día más,

y otro, y miles. 

Nicotina, Café y Letras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora