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Déjame adorarte en silencio.

A veces, las palabras, 

no son suficiente.

A veces, el cuerpo

no sabe decirlo. 

Y solo la mente entiende, 

solo el alma padece, 

en el mutis más absoluto

lleno de gritos de amor. 


En silencio, tranquila, 

déjame adorarte,

y permitirte saber con la mirada

que sin ti soy absolutamente nada.


Nicotina, Café y Letras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora