Dame Paz

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Fuyumi

Era uno de esos días en los que papá no dormiría en casa, a veces tenía mucho trabajo, o un asunto importante como el de hoy y Natsuo no vendría porque también estaba ocupado.

Este día en particular ya no era un problema para mí, lo dejé ir hace mucho tiempo y simplemente vivía mi vida con normalidad, supongo que así lo hubiera preferido él.

Decidí que era una buena oportunidad para invitar a cenar a T/N sin ser molestadas así que le envié un mensaje y al confirmarme que vendría fui al súper a comprar todo lo necesario.

Mi casa olía como los festivales, había preparado de todo, brochetas de clamar, takoyakis, yakisoba, verduras encurtidas, ramen instantáneo especial, y había comprado una gran variedad de sabores de ramune.

El timbre sonó y salí a abrir la puerta.

T/N estaba ahí, esperando a que abriera.

- No puedo creer que cenaré en la casa de endeavor.- dijo nerviosa

- Tranquila, él no está aquí.- respondí con una sonrisa.

- Uffff menos mal, no te ofendas pero él da algo de miedo.

- No me puedo ofender de algo que es verdad.- reí.- pasa, estás en tu casa.

Ella entró, mirando a su alrededor con asombro.

- El comedor está por aquí, espero que te guste lo que hice.

- Wow.- Dijo ella viendo la mesa servida.- En verdad te luciste, todo se ve delicioso y huele también.

- Espero que sepa igual de bien.- Reí nerviosa, invitándola a sentarse.

- Ah, antes de que lo olvide. Traje esto para el postre.- Dijo tendiéndome una bolsa con pasteles.

- no era necesario, muchas gracias.

- Ay, descuida, también traje esto.- dijo mostrándome dos sixpac de cerveza Asahi.- Espero que sí bebas. Porque no sería un festival de verdad sin esto.- sacó también una botella de sake.

- Sí, un poco.- reí.

- Bueno, vamos a probar tus delicias.- Se sonrojó de inmediato y yo reí escandalosamente.- hablo de la comida.

- Lo sé, T/N.- Reí.

Nos sentamos una frente a la otra y comenzamos a degustar la comida.

***

Ella estaba fascinada.

- No puedo creerlo, en verdad es delicioso.- dijo ella.- El término del pulpo es ideal, cielos, mi paladar está en el cielo.

- Creo que exageras un poco.- Reí.

- Para nada. Es cierto que no sabe cómo en los puestos callejeros, pero tiene un sazón muy especial, el día en que te aburras de ser maestra te apoyaré si decides ser chef.

- Ah, jamás me aburriría de ser maestra, adoro a mis niños.- Sonreí.

- Se ve que te gusta tu trabajo, ¿Te gustaría ser madre un día?

- no lo creo, una cosa es darles clases a los niños unas horas al día y otra muy distinta es dedicarte a ellos 24/7 y no tengo muy buenas bases para ello.- Añadí dando un largo trago a mi tercera copa de sake. Las cervezas se habían terminado varias brochetas picantes atrás.

- Entiendo, ser madre debe ser agotador.

- Sí, digo, no lo comparo pero, de alguna manera, al ser la hermana mayor y la única mujer en una casa donde todos le tienen aversión al padre. Creo que hago función doble.

- eres increíble Fuyumi.- Dijo ella haciéndome sonrojar.- no imagino lo duro que ha sido para tí. ¿Dime estás bien hoy?

- ¿A qué te refieres?

- bueno, tu madre me dijo que hoy es el aniversario de la muerte de tu hermano mayor...

- Ah eso, es de hecho la razón por la que mi padre no está, cada año va a un bar y se emborracha, volverá hasta mañana en la noche ya que después de emborracharse se duerme en su oficina y sigue trabajando al día siguiente.

- ¿Y tú no estás afectada?

- Touya era mi hermano, me imagino que no querría verme llorar su muerte más de lo necesario, está mañana prendí un incienso en su altar y recé por él, cumplí mi parte y ahora debo seguir adelante.

- Vamos a brindar.- dijo ella llenando mi copa una vez más.

- ¿Por qué?

- Por ti!- Exclamó ya bastante borracha.- Te trato hace poco pero ya hemos salido juntas un par de veces e intercambiado mensajes, sé que eres una mujer de acero, mereces reconocimiento así que brinda conmigo. Por tí.- Arrastraba las palabras.

- Por... Mi...- Respondí también algo influenciada por el alcohol.

Ambas bebimos nuestra copa de un sólo trago.

- Fuyumi...- me llamó.- La miré y casi subiéndose a la mesa se acercó a mi rostro.- Te admiro muchísimo...- apenas hablaba bien.

Por un momento creí que iba a besarme pero cayó sobre la superficie de la mesa y comenzó a roncar.

- ¿T/N?- Dije moviendo su hombro.

Estaba profundamente dormida.

Levanté lo que quedaba en la mesa como pude, llevé todos los trastes y las sobras a la cocina mientras me tambaleaba y regresé para llevarla a ella a mi habitación.

La arrastré a duras penas y la subí al futón.

- Descansa...- Dije para sacar el futón de visitas del armario y acostarme en él.

Cerré los ojos y caí rendida, afortunadamente mañana era sábado así que los niños no me verían llegar cruda a la escuela.

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Heyyyyy en Internet no había estado de mi lado y no había podido subir el capitulo del viernes. Pido perdón.

Espero que la historia les esté gustando, no olviden votar h comentar si así es y seguirme, si gustan, nos leemos el martes.

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