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T/N

Mientras mis lazos con Fuyumi se iban estrechando, la situación con Touya me molestaba cada vez más.

Tenía miedo e inquietud, no sabía qué reacción podría tener ella si supiera que yo tenía contacto con él. La noticia de que estaba vivo, por sí sola, ya sería un duro golpe.

Sentía en mi corazón que lo correcto era tomar distancia de aquella familia, pero no es como que pueda alejarme por mucho antes de que Touya me encuentre y me calcine hasta los huesos, estaba atrapada.

Por un momento pensé en solamente tomar distancia con Fuyumi, continuar trabajando al margen de todo, cómo hasta antes de encontrarla en la azotea, pero Touya, rápidamente encontró el beneficio de que yo fuera su amiga, tenía más información de la que nunca antes había pensado obtener de una enfermera, así que tenía las manos atadas.

- Tus bienvenidas son siempre tan cálidas.- Dijo Touya en tono irónico.

- Bueno, en nuestro trato nunca estableciste que desearas que fuera amable.

- Te pasas de lista, pero me da igual, mientras continúes cumpliendo como hasta ahora.

- Sobre eso... Yo...

- ¿Qué? ¿De repente perdiste el amor por tu vida?

- Tu hermana... Es buena persona, es mi amiga y no quiero herirla, mi relación contigo, el simple hecho de saber que vives y no decírselo, me hace sentir que la traiciono.- Touya apretó los puños.- Eso no significa que vaya a revelarle la verdad, es sólo que, no me siento cómoda engañando a una amiga.

- Lástima por ti, porque ya estás metida en esto, hasta el cuello.

- ¿No podrías dejar que tome distancia con ella?

- No lo creo, escucha T/N, piensa que le estás haciendo un favor, eres el único nexo que tiene con su querido hermano mayor, si un día ella está en peligro, gracias a ti, yo estaré ahí. Tú eres la portavoz de su ángel de la guarda.

- No estaría muy segura de llamarte ángel.- Replique.- Dabi...

- No me interesa si estás segura o no, limitante a hacer lo que te digo.

- Dijiste que nunca me pedirías hacer nada que le hiciera daño a otros. Pues esto va a lastimarla a ella, porque tarde o temprano lo sabrá, siempre se sabe.

- Entonces procura que ese momento no llegue pronto.

***

Me entristecía pensar que cada día que pasaba, estaba más cerca del momento de las revelaciones, sabía que Touya trabajaba bajo el nombre de Dabi junto a la liga de villanos y que claramente tramaba algo, algo que acabaría revelando la verdad a su familia y sería sólo cuestión de tiempo para que la culpa me hiciera hablar con Fuyumi y confesarle mi situación, el día en que tendría que alejarme para siempre.

Para colmo, cada momento que pasaba junto a Fuyumi sólo incrementaba mis sentimientos por ella.

Estaba muy distraída últimamente.

La señora Rei estaba mirando hacia el jardín mientras su taza de té humeaba frente a ella.

- Tu mente está dispersa, T/N.- Señaló sin mirarme.

- ¿Eso piensa?- Pregunté.

- Conozco bien ese sentimiento ¿Qué es lo que te preocupa?

- Temo lastimar a alguien importante.- Dije en un suspiro.

- Pues no lo hagas.- Respondió la mujer.- Eres dueña de tus acciones, tienes el poder de elegir.

Lo medité un momento, era verdad...

Esa noche al salir del trabajo, volví a casa y tomé mi celular, le escribí a Fuyumi para quedar.

***

A la noche siguiente nos vimos en un bar.

- Hola!- Me saludó mientras se acercaba.- Espero no haberte hecho esperar mucho.

- Tranquila, acabo de llegar ¿Vamos adentro?

- Claro.

- ¿Cómo haz estado?- Pregunté.

- Como se puede estar.- Respondió ella.

- ¿Y eso?

- Natsu, mi hermano... Tiene un amigo, que es un poco molesto, siempre quiere invitarme a salir.

El corazón se me contrajo.

- ¿Eso no es bueno?- Pregunté, fingiendo una sonrisa.

- Debería serlo. Tal vez para otras chicas.- Rió ella.- Pero yo ya lo he rechazado tantas veces que no puedo ni contarlas, estoy cansada de él. Pero ya basta de mi ¿Tú como has estado?

- Bien, supongo.- Sonreí.- Definitivamente no me enfrento a un pretendiente tan persistente cómo el tuyo, a ninguno en realidad.

- Te ríes pero tú mirada es triste ¿Qué sucede?- Preguntó ella mientras nos sentábamos en una mesa.

Suspiré.

- Es algo, personal, creo, yo... hay alguien que confía en mí pero aún así yo debo guardarle secretos.- Si de lo decía de esta forma podría contar como sincerarme... ¿Verdad?

- Parece que es alguien importante.- Dijo ella.

- Sí, un poco.- respondí con un sonrojo.

Pedimos nuestra primera ronda de bebidas y comenzamos a hablar de otras cosas, estos segundos de su compañía merecían la pena el sentirme miserable. Nuestro tiempo de amistad había sido breve pero merecía una digna despedida.

Antes de notarlo, la noche ya había caído y nosotras seguíamos divirtiéndonos hasta que cerraron el bar.

La acompañé en su camino a casa, a pie ya que no estaba en condiciones de manejar y ella me invitó a pasar la noche.

A duras penas y con movimientos muy torpes, colocamos los futones y nos acostamos a dormir.

Mirábamos al techo en silencio cuando su voz se hizo escuchar.

- ¿Hay alguien que te guste?- Preguntó.

- ¿Por qué preguntas tan de repente?

- No lo sé, es lo que se pregunta en una noche de chicas, creo.

- Sí... me gusta alguien.- confesé.

- ¿Y cómo se siente?

- Duele...- dije.- siento el peso de mil rocas sobre mi pecho que no me dejan respirar.

- Eso suena... aterrador.

- Estoy aterrada...- confirmé.

- ¿Por qué? ¿Quién te gusta o qué?

Me recargué sobre mis codos para mirarla a los ojos.

No sé si fue el alcohol o un arranque repentino de valentía pero creo que jamás en mi vida había hablado con tal seguridad.

- Tú...

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Buenas las tengan y mejor se las traten, espero les haya gustado el capitulo de hoy, si fue así no olviden votar y comentar y nos leemos el viernes.

Besitos.

Instagram: Genevieve_Anneliese_

Dame PazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora