Dame Paz

3

Fuyumi

Dos días después del incidente, volví al hospital.

Llevaba la ropa de T/N en una bolsa, lavada, planchada y cuidadosamente doblada y en otra llevaba un regalo.

Antes de verla, entré a ver a mi madre.

Llevaba su pijama rosado, era su favorito, decía que era el más suave y cómodo.

- Amor mío.- Me saludó con una sonrisa.- Saliste temprano del trabajo hoy.

- Sí.- dije alegremente.- Los niños están en una excursión.

- Que lindos.- Respondió ella.- muero de ganas de que alguno de ustedes tenga sus propios hijos, para disfrutar de mis nietos.

Reí.

- Tal vez Natsuo, yo tengo suficiente con ser la maestra.

- Bien, ya entendí.- dijo Rei sonriendo.- ¿Qué traes ahí?- Preguntó al ver las bolsas que traía para T/N.

- Ah, son... Regalos, para la enfermera que te cuida, hace un trabajo excepcional y estoy agradecida.

- Que dulce eres. Seguramente T/N chan se alegrará. Hoy no está del mejor humor y puede que un regalito le ayude a animarse.

- ¿Está bien?

- No quise preguntarle, pero parece algo triste.

***
Luego de despedirme de mi madre, tomé las bolsas y salí de la habitación, encontrar a T/N fue algo sencillo, estaba en el jardín, en su hora del almuerzo.

- hola.- Dije, parándome frente a ella.

- Ah, Fuyumi, hola.- Me saludó.- No esperaba verte hoy.

- No quise importunarte.- Dije con una sonrisa.- Sólo te traía tu ropa de regreso.

- No es ningúna molestia, te lo agradezco.

- Y... también esto.- dije, dejando los dulces que le compré, sobre la mesa.- Yo aún no sé cómo agradecerte por ayudarme y como pedirte perdón por hacerte parte de un momento de debilidad tan vergonzoso.

- Fuyumi, no te preocupes.- Me respondió con una sonrisa gentil, colocando su mano sobre la mía.- Todos tenemos problemas, sería muy insensible de mi parte juzgarte por tener un momento de estrés que le podría llegar a cualquiera.

- Te lo agradezco en verdad.- dije, sintiendo como mi rostro se calentaba.

Su sonrisa era encantadora.

- Me encantan los dulces, gracias por el detalle.

- No hay de que.

- ¿Te gustaría que fuéramos a cenar?- Me preguntó.- Para devolverte el favor.

- No se compara una cena con unos dulces, es demasiado.- dije .- Déjalo así, por favor, son un regalo.

- Insisto.- dijo ella.

- Está bien...

- Entonces anota mi número de teléfono para acordar una fecha que nos convenga a ambas.

- Claro.- saqué mi teléfono y abrí la lista de contactos para que ella se anotara.

- Enviame un mensaje cuando quieras, para guardarte ¿Sí?

- De acuerdo.- asentí.- debo irme, gracias de nuevo.

- No hay de qué.

Si seguía sonriéndome de esa manera no tendría salvación.

***

Llegué a casa a tiempo para preparar la cena, papá no estaba así que Natsu vendría a cenar.

Cenar con ellos dos juntos siempre era muy incómodo, pero sin papá aquí, Natsuo se portaba alegre y divertido y me hacía reír.

- Estoy en casa.- anunció al entrar.

- Bienvenido.- respondí.- Ve a poner la mesa, la cena está casi lista.

Me ayudó a llevar la comida a la mesa y se sentó a mi lado.

- gracias por la comida.- Dijo antes de atacar su plato.

- ¿Cómo va todo e la universidad?- pregunté.

- Creo que todo está bien.- se encogió de hombros.- ¿Y tú? ¿Cómo va tu trabajo de limpiar mocos?

- Natsu...- Lo Reprendí.

Él río.

- Está bien, lo siento. ¿Pero qué hay de nuevo hermanita? Hoy te veo más feliz que de costumbre. ¿Hay algún maestro apuesto o algo así?

Me sonrojé.

- ¿De qué hablas? Fijarme en mis colegas no sería nada profesional, a demás todas son mujeres.

- Mmmmmm ¿Y alguna de ellas es sexy?

- Deja ya ese tema.- dije fastidiada.

- A mí no me engañas, lo dice tu mirada.

Suspiré...

- Sí, me gusta alguien, ya ¿Feliz?

- Sí, mucho.- Cantó victorioso.

- Eres un dolor de cabeza.

***

Cuando terminamos de cenar, Natsuo me ayudó a levantar todo y lavar los trastes y se marchó.

Yo tomé mi teléfono y miré dudosa el número de T/N, finalmente decidida, le envié un mensaje.

Hola, soy fuyumi, este es mi número así que puedes guardarlo.

Sobre la cena ¿Cuándo estás disponible?

La respuesta fue casi inmediata.

Hola! Que gusto que me escribieras, compensaba a creer que lo habías olvidado.

Trabajo de lunes a domingo pero salgo a las 8:00 pm así que cualquier día a partir de esa hora estaría bien.

Entiendo, entonces ¿qué tal mañana?

Seguro, suena bien, ¿A dónde te gustaría ir?

Pues... no lo sé.

Vamos, debe hacer un lugar que quieras visitar.

Lo pensé un momento.

Llévame a tu lugar favorito.

Excelente, ¿entonces te veré mañana a las 8:30pm?

Sí.

¿Dónde nos veremos?

Está cerca del hospital, así que podríamos encontrarnos afuera.

Bien, entonces, hasta mañana.

Inesperadamente me respondió con una nota de voz.

- Hasta mañana, Fuyumi, descansa.

Me había acercado el teléfono al oído para escucharlo, su voz así de cerca hacía que me hormigueara el pecho.

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Buenas buenas. ¿Cómo están?

Hasta aquí el capítulo de Hoy, no olviden votar y comentar si les gustó y nos vemos el martes bebés.

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Besos.