3.

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Manjiro de acerca hacia mi como un lobo hambriento. El se pone encima de mi y me acuesta, comienza atrancando mi cuello, siento lamidas, mordidas y chupetones en mi cuello.

Mi abrigo es sacado fuera, al igual que mi camisa, el observa mi cuerpo y pone sus manos congeladas en mi cuerpo, dándome estática por el contacto con sus manos.

El ve mis pezones y acerca una mano a uno y su boca a otro. Comienza a jugar con la mano y luego su boca comienza con el otro. Mis sentidos se van yendo de mi cuerpo. Su boca tan caliente pasando por mis pezones y su mano congelada por la otra, ese contraste de frío y caliente, calienta todo mi cuerpo y me pone la piel de gallina y duro.

-Joder-susurro

Majiro muerde, chupa y pellizca mis pezones, lagrimas llegan a cada lado de mis ojos. Agarro las sábanas con fuerza. El deja mis pezones y comienza a bajar por mi cuerpo, comienza a dejar chupetones y besos por todo mi cuerpo.

El llega hacia mi pantalón y me ve a los ojos, esos ojos rojos. El me comienza a quitar el pantalón y mi ropa interior y yo me paro para que pueda quitarlo, me saca mis zapatos y mis medias. Ando desnudo frente al vampiro de 2,000 años, el que me va a follar en esta noche.

-Estás bastante duro-dice y señala mi pene

Pasa la mano por ahí y gimo algo. El agarra mi pene erecto y comienza a moverlo de arriba a abajo, aprieto mis dedos de los pies ante esto. El sonríe y veo sus colmillos, acerca su boca a mi pene y engulle la cabeza de mi pene. Su boca caliente me hace girar mis ojos y enterrar mi cabeza en la cama.

Comienza a jugar con mis bolas y yo pongo mi mano en mi boca para aguantar el gemido que se quiere escapar. El agarra mi mano y la quita de mi boca, me mira y se saca mi pene de su boca.

-Quiero oírte-dice

Me estremezco ante eso y su voz y vuelve a su trabajo. Sigue bajando y subiendo por mi orne, chupando con destreza y jugando con mis bolas. Siento mi estómago encogerse y se que le correré.

-Manjiro-susurro-me vengo

Con la felación que me hace el vampiro me vengo en su boca. El se separa de mi pene y me enseña su lengua llena de semen, el sonríe y con su uña corta mi estómago, el dolor me invade y comienzo a botar sangre, el agarra en sus dedos y sus uñas desaparecen, al igual que sus ojos rojos, y ahora hay ojos negros. El coge saliva llena de semen y lo escupe en sus dedos, lo pone en mi entrada y sonríe.

Mete un dedo de golpe haciendo que me de dolor y mi cabeza choque con el colchón. Continúa haciéndome cortada y lamiendo de ellas. Siento un segundo dedo y el dolor comienza a invadir mi cuerpo al el mover sus dedos en forma de tijeras. Mete un tercer dedo, y mi cuerpo duele, por la cortadas y por el dolor en mi ano.

El saca sus dedos y el dolor sigue ahí, escucho un zipper bajarse y me giro, el me ve y sonríe. Abre mis piernas y veo su miembro grande, trago saliva el corta mi muñeca y sangre cae de ella, gimo de dolor y cae en su pene erecto.

-Este será el lubricante, bonito-dice Manjiro

Besa mi muñeca y lame, haciendo que la sangre pare de salir, alinea su miembro y sigue lamiendo mi herida. Siento su cabeza en mi entrada y veo como lame mi herida, siento un dolor severo que me parte en dos, Manjiro de una estocada ha entrado completo. El suelta mi muñeca y me agarra por la cintura, intento coger aire y este sonríe.

Comienza a penetrarme rápido y duro, mi cuerpo se mueve al compás de sus embestidas de vampiro. Mi cuerpo duele por todo, pero a la vez me da placer, intento respirar pero no puedo, el me besa mientras me penetra dejando sin aire. Se separa y cojo aire.

-Apretado-dice gruñendo

Manjiro mueve su pene hacia arriba y mi cuerpo se arquea de repente, veo estrella ante donde me ha tocado, vuelve a tocar ahí y vuelvo a lanzar un gemido ahogado de placer. El comienza a embestir en ese punto y yo solamente puedo gemir, el dolor y el placer se han unido en uno dejándome sin poder pensar.

El sudor en mi cuerpo me recorre, el sonido de nuestros cuerpos y el agua correr es lo único que se escucha, mi estómago vuelve a encogerse.

-Me vengo-digo

-Córrete para mi, bebe-dice

El se acerca a mi cuello y me muerde, justamente en ese momento me vengo y veo negro.

La cueva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora