La cueva

11.

Mi cuerpo me duele demasiado, abro los ojos e intento acostumbrarme a la oscuridad qué hay. ¿Finalmente me morí?¿Esto es el infierno?¿el cielo? Comienzo a pararme y mis huesos crujen y yo gimo de dolor.

Veo la habitación y de donde estoy, estoy en el cuarto de Manjiro. Observo mi cuerpo y veo vendas en el, y se que ha sido Manjiro el que me ha curado.

Pongo mis piernas en el piso y observo mis dedos. ¿Por qué me habrá curado? Lo último que recuerdo es decirle que era de nacimiento. ¿Por qué ha visto mi marca y se sorprendió así? Llevo mi mano a mi cuello para así tocar mi marca de nacimiento.

Nadie en mi familia la tiene, es una marca en forma de media luna de color roja. Creía que mi madre la tenía pero no, no mi padre. Ni algún pariente mío. Ni siquiera un antecedente mío.

Me paro y mi cuerpo duele, camino lentamente y salgo de la habitación. Mi estómago gruñe y camino lentamente hacia la cocina. Escucho un gruñido y veo a Manjiro recogiendo un plato del suelo que se le cayó.

El se gira al escuchar mis pasos y me ve llegar. Me hace señas para que me siente a lo que le hago caso. El tira el plato a la basura, y comienza a traerme un plato, lo pone delante de mi. Veo el spaghetti con carne molida y mi boca se hace agua. El se sienta al lado mío con un plato.

El se queda en silencio y comienza a comer, hago su mismo gesto. Mientras comemos en silencio, mi mente se inunda de demasiadas preguntas.

-perdón-digo dejando mi bocado en el plato, Manjiro deja de comer y vuelve a hacerlo-se que me dijiste que el ático estaba prohibido. Se que fui un egoísta al entrar, sabiendo que tú no querías que me enterara de nada-digo

Manjiro deja de comer y finalmente me mira a los ojos. Sus ojos negros me perforan mi alma pero aún así no veo odio en esos ojos hermosos.

-Si lo sabias, aún con tu egoísmo te podías haber quedado acá y nada hubiese sucedido-dice

-Mi curiosidad pudo más, así que discúlpame-digo-¿por que me dejaste vivir?-pregunto

El se queda mirando hacia el fondo sin contestar, suspira y agarra su vino y lo lleva a los labios, toma un sorbo y me mira.

-ya viste que tengo una familia-dice y asiento-Por proteger a uno de los integrantes, el jefe de la aldea me dejo aquí tirado sin poder salir.-dice-pero aún así, me dio una esperanza, dijo:"Cuando encuentres a una persona que tenga una media luna de color sangre en su cuello, esa persona te librará de la maldición".

-¿maldición?¿Persona?¿encontrar?¿mi marca que tengo en el cuello?-pregunto-No te entiendo bien,¿me tenias que encontrar a mi para poder librarte de tu maldición?-pregunto

Manjiro se queda en silencio y me mira.

-"Esa persona será la que te revolucione el corazón","esa persona será tu pareja destinada""y por esa pareja tu darás la vida".

-¿Eso es parte de la profecía del jefe de la aldea?-pregunto y el asiente

-Takemicchi, tú eres mi pareja destinada-dice y mi mundo da un giro de 360