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Corro rápidamente, antes de subir a las escaleras, huelo sangre, la de Takemicchi. Se ha cortado, mis ojos rojos me arden y clavo mis uñas en mi piel. Quiero matarlo y despellejarlo vivo por entrar a mi ático.

Siento que el sol va bajando poco a poco, subo las escaleras lentamente y el sol se ha puesto completamente y las luces de la cueva prenden automáticamente. Veo a Takemicchi en el suelo, sobándose y tratando de limpiar su herida de la muñeca.

-Dios, ¿que hago?-pregunta Takemicchi-¿Qué hago?-pregunta nuevamente

-Takemicchi-susurro

El se gira y puedo notar en sus ojos el temor. El se arrodilla y me mira.

-Manjiro-susurra-perdón por haber entrado aquí sin tú per.....-antes de que termine lo agarro de la muñeca lastimada y lo saco del ático con mi fuerza

El se queja de dolor pero no me importa menos, lo llevo hacia el cuarto y veo las sogas, lo agarro y me lo llevo a rastras hacia el sótano. El intenta soltarse de mi agarre pero soy más fuerte. El enojo se me hace más fuerte en mi cuerpo.

Llegamos al sótano y pongo las sogas para que las cadenas no se caigan, lo amarro por las muñecas ensangrentadas y el intenta correr pero voy hacia las sogas y comienzo a subirlas. El cuerpo de Takemicchi es jalado hacia atrás y sus brazos a subir lentamente hacia arriba, escucho sus huesos crujir y el gritar de dolor, por sus huesos y por su muñeca, además sus huesos no están completamente curados.

-Manjiro-susurra

No me importa lo que diga, veo que tengo el látigo de metal, sonrío y lo agarro. Takemicchi me sigue mirando con miedo ante esto, e intenta soltarse pero no puede.

-Por favor,Manjiro-susurra

-Podías quedarte conmigo hasta que te terminara matando, sin entrar al ático pero decidiste no hacerme caso, ahora sufrirás las consecuencias, Takemicchi-digo sonriendo malvadamente

Agarro con mi uña y le rompo la camisa, esta cae al suelo y procedo a hacer lo mismo con toda su ropa, y incluyendo sus zapatos. Takemicchi anda desnudo frente a mi, sudado y lleno de sangre de su muñeca.

Also el látigo y lo golpeo en la espalda duro, Takemicchi grita de dolor y rápidamente comienza a brotar sangre de su espalda. Lo azoto nuevamente y comienza a brotar sangre nuevamente. Dos, tres, cuatro, he perdido la cuenta de cuántas veces le he dado con el látigo pero si se que si espalda está en carne viva y llena de sangre.

-Yo no te mandé para allá-digo

Voy hacia la soca y bajo las cadenas, así que Takemicchi toque el suelo, veo que le tiemblan las piernas y sonrío de lado. Veo que tengo mi copa que aún está llena de sangre.

La agarro y le sonrío en su cara, sus ojos candados me miran con terror.

-Te voy a meter esto por el trasero-digo sonriendo

El comienza a negar e intenta irse, camino hacia su espalda y agarro la sangre de su espalda como lubricante, el intenta escapara pero no puede, meto un dedo y sus piernas ya no aguantan, meto el segundo dedo y hago tijeras, ya no necesita más nada. Que aprenda con dolor, agarro bien la copa y sonrío, jalo el pelo de Takemicchi hacia atrás y le susurro al oído.

-Vas a disfrutar como la puta que eres-digo-¡Mira!-grito y señaló su pene erecto-jodida puta-digo

Takemicchi se muerde el labio lleno de sangre y cierra sus ojos. ¿Ya está preparándose para su destino? Antes de que pueda meterle la copa, veo su hombro, mi copa cae al suelo. Takemicchi intenta girarse pero no lo dejo.

-¿De donde sacaste esa marca?-pregunto, Takemicchi no dice nada así que le doy una nalgada, dejando mi mano en su nalga, Takemicchi gime de dolor

Me acerco a su cara y le alzo la cabeza, el me mira y veo que está a punto de desmayarse.

-Te hice una pregunta-le digo enojado

-La tengo de nacimiento-dice y se desmaya

La cueva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora