Extra~ 2

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Y así, paso un año. Un año donde (T/n) se la paso metiéndose en problemas, peleas y discusiones. Tadashi pensó que era esa etapa rebelde que todo adolescente suele tener. Y luego de pensarlo mucho, se dio cuenta de lo muy equivocado que estaba.

(T/N) intentaba alejar a toda persona que fuera amable con ella.

¿Por que?

La respuesta era fácil.

Tenía miedo, de volver a perder a las personas que quería. Así como paso con sus padres.

El azabache comprendía la situación, el paso por lo mismo. Todos los días se esforzaba tanto por su Tía como por su hermano menor, Hiro. Mientras el los tuviera a su lado, nunca sufriría tristeza ni dolor. Pero (T/N) solo tenía a su Tio, el cual trabajaba todo el tiempo. Y ahora, a él.

Fue entonces, que una maravillosa idea cruzo por su mente. Con una sonrisa en sus labios, ese mismo día, arrastro a la joven adolescente a su laboratorio nerd. La muchacha se negó mas de una vez, casi gruñendo.

—Necesito que conozcas a unas personas, (T/N).

La oyó bufar, igual que un toro molesto. —Te dije que no necesito amigos.

Ignoro sus quejas y la siguió arrastrando con el.

Estaba mas que seguro, que (T/N) encajaría a la perfección en su grupito de nerds. Y que ellos, la recibirían con calidez.

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Al llegar a la academia, la ojos (c/d/o) frunció el ceño. Se sentía nerviosa, quería despegar su mano de la de Tadashi y correr a la seguridad de su cuarto. Ya había intentado hacer "amigos". Pero únicamente estos se acercarían a ella por interés. Así que se resigno y siguió con su vida. Hasta que Tadashi metió su nariz en el asunto.

Entraron y fue capaz de oír toda clase de ruido mecánico. Al parecer, su rostro casi inexpresivo, ahora mantenía una mirada sorprendida. Lo cual le saco una dulce risa al azabache. Quería ver todo tipo de reacciones en ella, quería verla sonreír con sinceridad.

Quería que sea feliz.

—Vamos, por aquí esta mi laboratorio. —la despertó de su trance y por primera vez en lo que va del día, soltó su pequeña mano. (T/N) se sintió vacía unos minutos, hasta que volvió a acostumbrase a la sensación de vació en su mano. Lo siguió por un gran pasillo, completamente iluminado

Tadashi caminaba y muchas personas lo saludaban, desde chicas hasta profesores. Irradiaba felicidad y tranquilidad.

(T/N) lo comparo con el sol, brillante, cálido y amable.

Tenía sentido.

Lo observo abrir la puerta de su laboratorio y le indico a ella que pasara primero.

Una vez dentro, las luces automáticas se encendieron y la chica ahogo una risa, al ver el desorden. Con rapidez, el chico levanto las hojas del suelo, algo de ropa –camisetas, etc– y una que otra tuerca. 

—L-Lo siento. Me olvide de este desorden. 

(T/N) camino hasta el escritorio, viendo las pequeñas figuras de acción de Dragon Ball Z. Soltó una risa, igual de suave que el viento. 

—Así que.. ¿Fan de DBZ, eh? 

Sonrojado, se apoyo sobre el escritorio. 

—Bastante. —otra risa de parte de (T/N)— Mis amigos ya deben llegar. (T/N), se tu misma. 

Voy a tratar de imaginarme sin ti, pero no puedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora