Todos combatían en las calles de la ciudad, manifestantes contra autoridades, y mientras todos se defendían como podían, un horrible terremoto sacudió todo el lugar.
La gente se alteró y empezó a correr, los gritos no se hicieron esperar pero lo que más les generó terror fue ver aquella construcción de tantos millones desplomarse como un simple castillo de naipes.
Jacob buscaba una forma de entrar cuando quedó aterrado al ver eso, todo se desplomó y aunque la gente intentó salir de aquel lugar, no pudieron hacerlo.
Quedó hasta un enorme agujero en el suelo donde estaban los escombros de aquella gran mansión.
—¡Jacob! —Clara llegó corriendo al lugar y quedó aterrada al ver todo eso—. ¿Dónde está Wezen? —Pero Jacob estaba en shock, sabiendo que Wezen se encontraba debajo de todo eso—. ¡Respóndeme!
—Lo siento —Jacob cayó de rodillas mientras observaba los escombros con terror. Clara estaba temblando y tenía un terrible presentimiento—. Wezen... estaba en el sótano... de la mansión...
—¿¡Qué!? —Clara también cayó de rodillas, empezando a derramar abundantes lágrimas—. ¡No!, ¡Dime que no es cierto!, ¡Por favor!, ¡¡¡DIME QUE NO ES CIERTO!!!
—¡Lo siento! —Jacob también empezó a llorar mientras temblaba de la impotencia que sentía en ese momento.
Ambos terminaron llorando por la misma causa. Lily y Matthew llegaron para ver qué había pasado.
Llegaron los bomberos y las ambulancias, intentaron ver si quedaba alguien con vida pero todos los que estaban en la pila de escombros estaban muertos, sin excepción.
La gran mayoría eran políticos y famosos, científicos y empresarios, gente de renombre que había terminado muerta por jugarle al diablo.
Y finalmente, luego varias horas de levantar y levantar escombros, encontraron el cuerpo de Wezen White.
●●●
Wezen despertó sobre varios escombros, no entendía lo que pasaba pero él creía que había muerto, eso era lo que tenía entendido.
Todo se veía tan extraño a su alrededor, gente llorando, cadáveres siendo levantados y personas especializadas en caso de desastres como estos.
—Bienvenido al mundo espiritual, Wezen —Unos sujetos de apariencia gris y ojos amarillos se acercaron a saludarle—. ¿Nos recuerdas?
—Ustedes —Wezen se llevó ambas manos a la cabeza pero ya no escuchaba nada, todo estaba en silencio.
Luego se miró las manos y ya no cargaba los sigilos.
—Ahora eres libre, amigo, y nosotros también —Otro demonio le habló y éste los miraba con absoluta sorpresa.
—¿Pero por qué no estamos en el infierno? —Les preguntó, bastante confundido.
—Los nefilim no van ni al cielo ni al infierno, son aberraciones, no pueden hacer más que quedarse vagando por allí como simples fantasmas —Eso sin duda lo desconcertó, no estaba al tanto de esa información—. Y nosotros no tenemos ninguna intención de regresar allá. Mucho calor.
—O sea, ¿Que me voy a quedar vagando como un puto fantasma? —Todos asintieron—. Mierda.
—El lado bueno es que si cantas let it be de los Beatles ya no te vamos a escuchar —Los demonios empezaron a reírse y luego se fueron retirando unos a otros.
Wezen se sentía perdido y no sabía qué hacer.
Decidió acercarse a las personas pero nadie lo veía, vio a su esposa llorar mientras abrazaba una camilla que llevaban los paramédicos y a Jacob intentando calmarla.
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El psiquiatra de la muerte
ParanormalLas enfermedades mentales no son lo que parecen. Un misterioso psiquiatra cuyos antecedentes pasados se entrelazan con las más oscuras artes descubre un hecho de corrupción que involucra a los pacientes mentales que son confinados a vivir el resto d...