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Sonrió al ver que namjoon estaba en Corea de nuevo. Su esposo la estuvo engañado desde que eran novios, así nació namjoon, ella jamás odio a ese niño o la mamá.

Acarició el vestido rojo que traía, un regalo de su esposo, un poco atrevido aquel vestido, pero su esposo dijo que tenía que lucir linda.

Se preguntaba cuando cambió su relación, como fue que todo se dañó. Con el nacimiento de jimin, jung-su se había vuelto más amoroso con ella, la llenaba de besos, atención y cariño pero de un día a otro los insultos llegaron, los engaños, los golpes.

— tu cuerpo es igual al de jimin.

Hablo su esposo viéndola desde la cama.

Era curioso, todos decían que jimin tenía las hermosas curvas de ella, hablaban de lo iguales que eran sus sonrisas. Al menos había hecho eso bien, le dio su belleza a su hijo.

Jamás había negado el gran amor que le tenía a su esposo, sin importar que daño le hiciera ella lo amaba como a nadie, el había sido su primer amor, fue su primer beso, el había sido el primero en todo y lo amaba más que a su vida. Le perdonó que le quitara a su hijo, le perdonó los insultos, los engaños, los golpes todo, todo por el amor que le tenía.

Pero.

¿El la amaba? ¿El aún la amaba? ¿Alguna vez la amo?

Levantó su vista al escuchar a su suegra hablar, sonrió nostálgica. La primera vez que conoció a esa señora, fue muy amable con ella porque cambio.

— namjoon ya casi llega, jimin avisó que venía. Eun-ji, más te vale no hablar no decir nada estupido.

Ordenó la señora.

Era como una muñeca de porcelana, solo tenía que lucir linda, no debía hablar, no debía sentir, solo tenía que lucir linda.

Era como una muñeca de porcelana, solo tenía que lucir linda, no debía hablar, no debía sentir, solo tenía que lucir linda

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Bajó las escaleras con una sonrisa tal y como su suegra le ordenó, su sonrisa se borró al ver a su esposo besar a una de las tantas mujeres que traía a la casa. Sus ojos avellanas se llenaron de lágrimas, había vivido toda una vida viendo eso y jamás se había permitido llorar por miedo, está vez el dolor era más grande que el miedo.

— que diablos te pasa?! Porque lloras?

Grito la anciana mientras la golpeaba.

* Prometo cuidarte y amarte siempre*

*Eres la mujer de mi vida porque te engañaría*

*Jamás permitiré que alguien te lástime*

*Eun-ji, te amo...*

Hizo contacto visual con su esposo, porque ese hombre solo la miraba sin decir nada, porque pareciera que no le importaba que ella sufriera. Se acerco lentamente a el, ignoro los gritos de su suegra, ignoro los golpes que está le dio, lo que terminó de romper su corazón fue ver como Jung-Su protegía a la chica.

— No sabes cuánto te odió..— susurro— te odió jung-su!

Calló de rodillas frente a él llorando, ya no podía seguir con nada de esto, ya no podía perdonar nada más, ya no podía seguir amandolo, el solo la lastimaba.

— quién te crees para decirle eso a mi hijo! Tienes mucho coraje put...

La cachetada resonó por todos los rincones de aquella gran casa. Eun-ji bajo su vista viendo su mano roja, levantó la vista y vio la mejilla de su suegra roja, un miedo recorrió por todo su cuerpo. Jung-su la empujo haciéndola caer, estaba en shock que era lo que había hecho.

— te voy a matar!

Grito la anciana molesta.

Eun-ji corrió al baño más cercano con miedo, rogaba que su hijo llegará pronto, rogaba que jimin la sacará de ahí.

Grito asustada al escuchar los fuertes golpes en la puerta, escuchaba las maldiciones de su suegra, escucho la risa de su esposo.

— jung-su... No sabes cuánto te odió pero... Me odio más porque te amo... Aún te amo.

Los golpes se detuvieron.

Tenía miedo mucho miedo.

La puerta se abrió, vio a su suegra detrás de la mujer estaba su esposo, este solo la vio y sonrió.

— te voy a matar, me tienes harta ya.

Cerró los ojos esperando el golpe, llevó sus manos a su vientre, recordó como antes esa señora la protegía de todo, como esa señora le decía que siempre la iba a querer, se preguntaba si jimin lloraría por si muerte, acarició su vientre deseando regresar el futuro, deseaba regresar al día en el que supo de su embarazo, deseaba que todo fuera diferente. Sintió una fuerte cachetada que la hizo caer.

Uno, dos, tres, cuatro golpes y todo se detuvo. Abrió sus ojos asustada.

— ¿Que haces!?

Jimin sujetaba a la anciana con odió, pudo notar que jimin estaba tenso, detrás de jimin están yoongi y chaeryeong, tapó su rostro con vergüenza y lloró, no quería que su cuñado y su pequeña nieta vieran eso, sintió unas caricias en su cabello.

— señora Eun-ji esta bien?

Yoongi sonrió de la manera más calida y amable.

Sintió que todo estaba bien.

— porque dejas que te hagan eso! Eres la mujer más débil!

Gritó molesto jimin.

Yoongi golpeó la pierna de su esposo en modo de reproche, no le gustaba que jimin actuera de esa manera con Eun-ji.

Eun-ji sonrió, no le importó lo que jimin dijo, lo que le importo es que el llegó a salvarla.

Esparaba que siempre llegará a salvarla.

El esposo del señor park Donde viven las historias. Descúbrelo ahora