Capítulo 12, Para ti y por ti. parte 2

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En aquel momento no se me ocurría ni la más mínima idea de que contarle sobre mí, mi mente en aquel momento es como si hubiera borrado toda la información sobre mí y ahora no sabría nada sobre mí.

-¿Qué quieres saber?-Dije sin saber qué responder

-¿Alguna vez has tenido pareja?-Pregunto interesada

-Si bueno una vez, pero no duramos mucho 4 o 5 meses o por ahí- dije

En realidad aquello era mentira, jamás había estado con una persona, jamás nadie se me había acercado por temas amorosos, aquella es la primera vez en la que sentía el amor de verdad.

-¿Y qué pasó?-pregunto interesada

-Pues nada lo dejamos y eso-solté intentando decir alguna mentira

-Vaya, lo siento- dijo volviendo la mirada al frente

-Nada, fue hace tiempo-dije volviendo la mirada hacia el frente como hizo Ana

-Oye, ¿Cómo fue tu infancia?, me refiero al colegio y todo eso-

-Pues la verdad, fue muy dura, se reían de mí y se metían conmigo y bueno no tenía, amigos y todo eso-dije dirigiendo mi vista hacia mis piernas donde tenía mis manos entrelazadas

-Joder, lo siento mucho, pero, ¿Cómo fue?, bueno, si me lo quieres decir, claro-Dijo intentando evitar la incomodidad

-Pues bueno desde que tengo uso de memoria todos se reían de mí, por mi físico, en la hora del patio, pues me sentaba en una parte del patio apartado del todo el mundo para almorzar tranquilo, pero siempre venía gente a decirme, bola de grasa, gordo y todos esos insultos que los vemos ahora como insultos de niños pequeños, un día me harte y fui al baño corriendo a llorar, en aquel momento solo quería llorar y ya, y algunos que me insultaban vinieron al baño y al ver que lloraba dijeron que todo era una broma y todo para no llevarse una bronca de las profes, lo típico.

-Pero qué hijos de puta, ¿y no dijiste nada?-Preguntó indignada

-No podía hacer nada, me tenían amenazado de muerte, además los profesores ponían como excusa que eran juegos de niños, así que no podía hacer nada-

-Joder, pero bueno, al menos ya saliste de allí, ¿no?- dijo mirándome a los ojos

-Ya, si, pero los últimos años de EGB fueron los peores- dije dejando de mirarla

-¿Qué te pasó?- dijo interesada

-Pues, empezaba a sentir solo, vacío, abandonado y olvidado, así que sin querer me empecé a apartar de mis amigos que hice recientemente en el último curso, pase de almorzar en el patio a encerrarme en el lavabo a llorar, en aquellos tiempos lo pase fatal, tenía muchas crisis metales, mis amigos en vez de intentar ayudarme me dejaron completamente de lado me dieron la espalda todo el mundo absolutamente todo el mundo, y no quería pedir ayuda a mis padres y eso porque en fin tenemos poca comunicación y me da cosa, pero bueno aprendí a vivir solo y a gestionar mis pensamientos solo, y la verdad todo gracias a la música-

-Joder, vaya, lo siento mucho, lo siento por decir siempre lo mismo como una boba- dijo con una risa nerviosa

-No pasa nada- dije sonriendo y mirando a las hondas del lago que provocábamos

-Oye ¿Tocas algún instrumento?-Pregunto mirándome a través del reflejo del lago

- Si, la batería, desde los 7 años, pero hace mucho que no toco ya-

-¿Y por qué no tocas?-

-Pues no lo sé la verdad, por falta de tiempo o no sé, mi padre dice que es una perdida de tiempo, me hizo guardar la batería en el desván junto con todos los cachivaches-

-Pues eso no puede ser, mira, en cuanto lleguemos a casa encontraremos un sitio donde puedas tocar todo lo que quieras y tocaras para mí, ¿qué te parece?- dijo moviendo los pies en el lago creando hondas y mirando hacia su reflejo mientras se acomodaba su hermoso pelo pelirrojo detrás de su oreja.

-No sé la verdad, hace tiempo que no toco y además ¿Dónde tocaría?- Dije excusándome

-Donde sea, va, que me hace mucha ilusión, que toques para mí- dijo ilusionada y sonriendo

-Está bien, si te hace ilusión- dije sonriendo también

nosotros dos nos pasamos horas en el lago sin dirigir la palabra al otro, aquel momento era increíblemente tranquilo, jamás había sentido tanta paz y tranquilidad como en ese momento, pero en cuanto vimos que el sol se empezaba a esconder, Ana se levantó

-Venga, ya es hora de irse de aquí, vámonos-

-Bueno, si tú lo dices- dije levantándome

Al levantarme ella me agarró de la mano y fuimos corriendo hacia dentro, corrimos todas las escaleras hasta que en el último peldaño me caí de boca al suelo

-¡CUIDADO COÑO, SIEMPRE CORRIENDO! ¿¡ME QUIERES MATAR O ALGO?!-Dije cabreado

-Qué flojo eres de verdad- dijo ana ayudándome a levantarme del suelo

Esta vez ella en vez de agarrarme de la mano me dijo que la siguiera, y eso hice, la seguí hasta que vi que entraba en su habitación, yo me paré en seco delante de la puerta de su habitación, en aquel momento me vino de nuevo a la mente la imagen de ella semidesnuda, y estaba avergonzado de entrar.

-¿Entras o no?- dijo desde dentro

-S...S...S..SI-Dije tartamudeando

Abrí la puerta del todo y decidí entrar, cuando entré, pude ver a Ana esperándome en la ventana

-Corre, va, cierra la puerta- Dijo Así que realicé sus órdenes y cerré la puerta de su cuarto, en aquel momento mi cuerpo se estaba tensando, mi corazón latía y la latía y mi pulso iba demasiado rápido que incluso me temblaban las manos, en cuanto cerré la puerta me di la vuelta poco a poco y vi como Ana abría la ventana y sobresalía de ella.

-¡ANA, QUE COÑO HACES!- Dije asustado

-¡SHHHHH!, Callate, no grites- dijo susurrando

-Como quieres que no grite si estás saliendo por la puta ventana- dije mientras se colgaba del borde del tejado- Qué coño haces-

-Cállate y ayúdame- Dijo mientras se les escapaban quejidos del esfuerzo

Sobresalí de la ventana para ayudarla a subir al tejado, cogí sus pies y los empujes hacia arriba

-Empuja un poco más- dijo haciendo fuerza sobre el tejado

-No puedo más- dije susurrando y esforzándome en empujar su cuerpo hacia arriba

Ana al fin consiguió subir al tejado gracias a mí.

-Venga, te toca-

-¿Cómo?-dije desconcertado

-Que subas- dijo alzando la voz

-No pienso subir, estás loca o que- dije subiendo cada vez más el tono

-Que subas aquí de una vez quejica-

Al final la tuve que hacer caso, sobresalí de la ventana y me agarre al borde del tejado para poder subir por él, hice fuerzas para intentar subir, pero nada

-Agárrate a mi mano- dijo Ana

Así que agarre su mano y ella hizo también fuerzas para que yo pudiera subir al tejado y al fin conseguí llegar después de tanto esfuerzo.

-No te vuelvo a hacer caso- dije algo enfadado

-Cállate y mira-

Ana giró su cabeza hacia la derecha y pudimos ver como el sol se estaba escondiendo cada vez más mientras los últimos rayos de sol se reflejaban en el lago, aquel momento era increíblemente hermoso.

-Vaya, esto... esto es bonito-

-Por eso quería subir aquí arriba, para ver el atardecer contigo, bobo-

Al escuchar eso mi cara se llenó de vergüenza para variar un poco, los dos nos sentamos en el tejado y no despegábamos la vista del paisaje, era hermoso.

-Oye Eros, quiero que sepas que yo también siempre estaré por ti y para ti-

Al oír eso mi cara se tintó de rojo, sentía como algo interno en el estómago, eso tal vez podría ser el amor, en aquel momento no podía estar más enamorado de ella, así que, en ese momento, aproveché para hacerle la pregunta.

-Oye Ana- dije avergonzado

-¿Si?- dijo despegando la vista del paisaje para centrarla en mi

-¿Tú y yo.... bueno quiero decir tú y yo...?-

Estaba a punto de completar esa pregunta, la cual a mi cerebro le costaba la vida y media en procesar las palabras, estaba tan nervioso que las palabras no salían de mi boca.

-¡¿EROS?!, ¡¿ANA!?- Interrumpió la voz

-Mierda, mi madre, agáchate-dijo susurrando Ana

-Bueno... pues lo que te decía que sí...-

-Corre tenemos que bajar de aquí- dijo ignorando mi pregunta

Ana bajo del tejado colgándose de la cornisa hasta llegar dentro de la habitación, así que seguidamente la seguí yo también, hasta que llegamos los dos a la habitación, donde segundos después Ainhoa entró.

-Oh, Estabais aquí, bueno, vamos a cenar ahora, así que tenéis que bajar-informó

-Vale mamá, ahora iremos-

-Sí...-

A continuación Ainhoa abandono la habitación para regresar abajo

-Uff.... por los pelos eee-

-Sí...- dije con una sonrisa la cual segundos después desapareció.

Con Amor, AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora