Cuando ambos amigos regresan de una aventura en el Nether, el conocido Caballero de Netherite se dará cuenta de un par de cosas que había obviado hasta el momento.
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»» Fanfic de mediana duración.
»» Mayormente contenido fluff.
»» Portada en proceso...
La relación entre el wither y el farfano se hacía cada vez más estrecha con el pasar de los días y avanzaba con la debida lentitud, sin apurarla.
En los primeros días no podían negar que les resultaba extraño lo mucho que había progresado su vínculo, después de todo ya habían formalizado su relación. La presencia del otro había adquirido una nueva importancia. Podían reír, salir juntos, hacerse halagos o simplemente hablar, pero ya no se trataba de hacer todo eso con un amigo, sino con su pareja. A esto se le sumaban todas las mariposas y cosquilleos agradables que les eran provocados intencionalmente por el otro.
Algunos de los integrantes de EliteCraft que ya conocían la noticia del nuevo romance en el servidor podrían llegar a afirmar que en ocasiones parecían seguir siendo los mismos amigos de siempre, pero con algunas excepciones. Esa idea no estaba muy alejada de la realidad, ya que eran los mismos Farfadox y Rich que todos conocían. Algunos aspectos se mantuvieron casi iguales a cómo estaban antes, al menos la mayoría de ellos.
Por ejemplo, Rich asumió el rol de ser el cariñoso de la relación y lo reafirmaba cada vez que podía. Su escaso conocimiento era un limitante, más no le impedía hacerle muestras de afecto y regalos especiales de todo tipo a su ahora novio.
Por otro lado, Farfadox, no se abstenía al demostrar su amor, aunque prefería hacerlo de otro manera, a su manera. Se dejaba hacer ante los mimos del más alto; le encantaban, también le hacía regalos, pero en menor cantidad y era quien tomaba la iniciativa en el momento de besar. Los beso, se habían vuelto importantes al igual que comunes.
En los eventos que el administrador organizaba, éste aprovechaba a robarle besos a escondidas al de acento argentino. En su mayoría se trataban de rápidos picos que siempre lograban hacer sonreír al menor, sin importar lo serio o concentrado que estuviera.
Los abrazos llegaron a tener un cierto grado de favoritismo por parte de ambos. Rich continuaba con abrazar al guerrero por la espalda, con la diferencia de que éste último se cruzaba de brazos para darle más espacio. Prefería más eso a quedarse paralizado en el lugar, aunque aún no podía evitar ponerse colorado cuando el mayor lo hacía por sorpresa. Disfrutaban de quedarse juntos de esa manera y entablar una conversación al azar.
Se querían mutuamente y hasta llegaban a depender del otro en algún punto. Farfadox estaba necesitado de amor como resultado de negarselo a él mismo, y Rich no podría estar más encantado de dárselo y aprender en simultáneo. Funcionaba para ambos.
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Narra Rich
-Muy bien caballero, ¿quería ver algo más? - Me preguntó la vendedora de cabellos fucsia.
-Con eso está bien, gracias - Respondí con la misma amabilidad.
-Vale - Hizo una cuenta rápida con un lápiz en una libreta que estaba sobre el mostrador. -En total sería veinticinco, ¿desea que se lo prepare ahora?
