las gemelas minatozaki | sahyo

capítulo ¹⁶

—Sana, en serio que no encontraremos la bendita mesa.

—Mina deja de quejarte por lo menos hoy ¿Quieres? —Dijo Sana mirando para todos lados.

—Yo quiero beber limonada. —hablo Jimin ofuscado.

—¡Y yo quiero encontrar la mesa! —Dijo Mina haciendo gala de su poca paciencia y Sana rodaba los ojos.

—Ustedes dos son peor que una verruga en el trasero, nuestra mesa está allá. —Sana señalo el lugar y camino en esa dirección seguida por sus dos amigos.

EN EL MISMO LUGAR.

—Entonces las dos son gemelas y las dos te vieron la cara.

—Si, Nayeon ya te lo repetí miles de veces ¿Dónde está nuestra mesa?

—Es la número... —miro un papel. —9, debe... estar... —miraba para todos lados. —Allá. —señalaba la mesa y junto con la coreana caminaban hasta la mesa.

—No entiendo que hago aquí. —Jihyo se sentaba en su silla, suspiraba frustradamente y se cruzaba de brazos, su madre le había insistido tanto para que asistiera a dichoso evento y no había podido decirle que no.

—¿Pero te gusta Sana? —Pregunto Nayeon y Jihyo rodo los ojos.

—No he dicho que me guste. —respondió Jihyo.

—Creo, realmente creo y aunque no fui parte de esta loca historia y con todo lo que me has contado, puedo darme cuenta cuál de las dos gemelas es la que te gusta y esa es Sana, porque con Momo solo te la pasabas bien.

—¿Podríamos no hablar de ese tema? El calentamiento global es más importante.

—Eso quieres creer tú.

—¡Bueno ya! ¿Cuál es tu problema? —le pregunto Jihyo dando un golpe en la mesa y muy alterada.

—Ya cálmate... —murmuro Nayeon bajando la mirada.

—Lo siento ¿sí? Solo no hablemos de eso ¿bien? – Pidió Jihyo suplicante y Nayeon resignada acepto. —¿Qué haces tú aquí? —Prácticamente brinco de su asiento, apenas se percató quien estaba frente a ella. —¡Responde! ¿Qué haces aquí Sana? ¿Me estás siguiendo?

—¿Yo seguirte? Ya quisieras. —Sana no se quedó atrás y respondió firmemente. Mina miro tanto a su mejor amiga como a la coreana y supo que tenía que actuar.

—Creo que deberíamos...

—¡Cierra la boca! —Tanto Sana como Jihyo callaron a la japonesa y esta solo hizo una señal de que cerraba su boca con un cierre.

—No me respondiste. —Continuo Jihyo encarando a Sana. —¿Me estás siguiendo?

—¡Por supuesto que no! Todos los años vengo a este evento, además esta es nuestra mesa ¿Cierto Jimin? —La japonesa buscaba la ayuda de su amigo.

—Si Jihyo, Sana tiene razón. —el castaño le mostraba una de sus mejores sonrisas a Jihyo.

—¿Así que tú eres Sana? —Nayeon miraba de arriba abajo a la japonesa y esta la mirada extrañada.

—Cállate Nayeon. —Jihyo intentaba parar cualquier cosa que a su amiga se le ocurriera decir.

—Hola Nayeon. —Mina ya le había puesto un ojo encima. —Soy Mina. —le guiñaba un ojo coquetamente, Jihyo rodaba los ojos y tanto Jimin como Sana sonreían de manera divertida.

—Un gusto Mina. —Nayeon respondía amablemente el saludo de la japonesa mirándola de manera lasciva.

—Esta es nuestra mesa. —Jihyo seguía con la disputa.