las gemelas minatozaki | sahyo

capítulo ⁷

"Jihyo es la mujer de mi hermana... Jihyo es la mujer de mi hermana, pero... ya sé que no debería tener estos pensamientos "impuros" hacia ella, pero es que... ¡No soy de piedra! Y bueno ¿Me gusta? No lo sé, creo que me volveré loca"

—Sana... Sana... ¡Sana!

—¿Qué te pasa Mina? ¿Por qué me gritas? —preguntó la japonesa exaltada.

—Porque estás ahí toda ida y no pones atención a lo que te digo.

—Mina en realidad no tengo cabeza para esto. —dijo Sana suspirando fuertemente y apoyando todo su cuerpo el respaldo de la silla.

—Sana "esto" es importante, tenemos que tener lista esta publicidad lo antes posible.

—¿Crees que no lo sé? —Le preguntó Sana frustrada.

—Sí pero parece que no te importa a ver ¿Qué es lo que te pasa?

—¿Por qué siempre tiene que pasarme algo?

—Porque te conozco. —respondió Mina mirándola fijamente. —Tu eres muy responsable Sana, a estas alturas ya tuvieras en tu cabeza toda la bendita publicidad, pero esta vez no tienes nada y creo saber la razón, es más, tiene nombre.

—¿Nombre? ¿Cuál nombre? —Preguntó Sana de manera muy interesada.

—Si, Park Jihyo y...

—¿Qué? ¿De qué hablas?

"¿Cómo lo supo? ¿Cómo lo supo? ¡Es una bruja!"

—Pues que todo el asunto de Jihyo, Momo y el tema del divorcio te tienen en jaque. —continuó Mina. —¿De qué creías que hablaba?

—De nada.

"Uff que alivio"

—Y si... tienes razón, todo este asunto me tiene mal, porque Jihyo cada día me pone las cosas más difíciles. —continuaba hablando Sana fingiendo seriedad y Mina la miraba de manera inquisidora.

—¿Segura? —Le preguntaba, presentía que Sana le ocultaba algo y no sabia que era.

—Sí... segura... —respondía Sana con media sonrisa, que no convencía del todo a la japonesa menor. Comenzaba a sonar un teléfono y era el de Sana, quien enseguida abrió la llamada cuando vio que se trataba de Jihyo.

—Dime Jihyo... ¿Qué? ¿Qué tus padres que? —abría sus ojos como platos. —¿Aquí? ¿Dónde?, no se déjame ver si me desocupo. —se llevaba su mano libre a la cabeza. —Está bien ahí estaré. —cerraba la llamada.

—¿Qué paso?

—Los padres de Jihyo están aquí en Los Ángeles, ¿Sabes lo que eso significa? ¿Lo sabes?

—Bueno, creo que eso significa que lo que menos quiere Jihyo es divorciarse y que realmente apestas alejando a la gente.

—¡Hago todo lo que puedo!, pero parece que nada es suficiente, es algo masoquista.

"Y besa muy bien y tiene un hermoso cuerpo y... pero no me gusta, claro que no"

Media hora después Sana manejaba hacia uno de los restaurantes más lujosos de Los Ángeles, su pulso se aceleraba a medida que se acercaba el momento de conocer a los padres de la coreana, era algo que le tocaba a Momo, pero por ayudarla, tenía que hacerlo ella.

Sentía un poco de miedo, posiblemente las cosas se complicarían un poco más y su cabeza estaba hecha todo un lio. En primer lugar Jihyo era la mujer de su hermana. En segundo lugar tenía sentimientos muy encontrados, sobre lo que debía sentir y lo que no debía sentir. En tercer lugar apenas conocía a la coreana y ya estaba sacándola de su pequeña burbuja de comodidad. Y por ultimo estaba poniendo su mundo patas para arriba y no, no podía gustarle.