prólogo

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—¿Estas hablando en serio? —pregunta una Sana incrédula por lo que escuchaba y la sonrisa de su gemela fue suficiente para saber que hablaba en serio, pero muy en serio.

—Me debes miles de favores, así que es momento de pagarme uno...

—Momo ¿te das cuenta de lo que me estas pidiendo? Las otras veces han sido diferentes, pero esta es...

—Sólo sera un mes, después de eso me divorcio y tendremos nuestra libertad de nuevo. —Momo hablaba muy tranquila y Sana empezaba a caminar de un lado para el otro.

—No lo haré...no lo haré. —Repetía Sana una y otra vez, mientras negaba con la cabeza. ¡Era una idea descabellada!

—Claro que lo harás hermanita...

—¡Yo no te puse una pistola en la cabeza para que te casarás con ella! ¡Idiota! —Le recriminó Sana a su hermana, visiblemente enojada.

—¡Estaba borracha y en Las Vegas! Además Jihyo se aprovechó de mi estado para lograr que me case con ella. —Se defendió Momo encogiendose de hombros.

—Mira, yo no conozco a esa tal Jihyo pero...

—Es una coreana idiota que se aprovechó de una mujer indefensa cómo yo.                       —interrumpió a su hermana riéndose por lo que decía.

-—¡No decías lo mismo cuando te la llevabas a la cama!

—Era y es diferente, Jihyo esta loca, así que tu me vas a ayudar a deshacerme de ella, te comportas como una basura durante un mes y de seguro me pide el divorcio.

—No lo haré. —Sana se negaba rotundamente.

—Lo harás, por supuesto que lo harás.

las gemelas minatozaki | sahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora