No Renunciar Al Amor Para Siempre

Capítulo 78

Todos tuvieron que volver a ducharse y se mudaron de la casa lo suficientemente tarde como para arriesgarse a llegar tarde al check-in. Anna se preocupó y se quejó de que no tomaría el avión. Teo le aseguró que no había problemas irresolubles y que si perdía ese avión, él le compraría un boleto para el siguiente, solo para no ponerlo nervioso.

Ricardo y Leticia se sentaron en el asiento trasero, cantando canciones para aliviar la tensión. Anna miró a su alrededor, tratando de recordar una vez más todas las calles, cafés y aceras. Milán estaba en una agitación del día, y la empresa se metió en un embotellamiento. Mantuvieron la calma cantándole a la guitarra, y por eso, Teo y Ricardo tuvieron que cambiarse de asiento.

Finalmente, habiendo llegado al aeropuerto, Anna, Teo, Ricardo y Leticia, al estilo de una escena familiar que llega tarde de la película "Solo En Casa," corrieron al mostrador de registro y se ubicaron en la fila que parecía interminable.

"Mira, no estás sola." Teo sonrió, entregándole un bolso.

"¡Por supuesto!" Anna jadeó, arreglándose la ropa y el cabello. "¡Estoy toda mojada de sudor!"

"Mm," dijo Teo, insinuando.

Anna lo golpeó con su bolso y sonrió.

"Eso no es lo que estás pensando, joven."

"Vamos a fumar, ¿de acuerdo?" Ricardo dijo, abrazando a Anna por si acaso.

"Oye, hermano, no te quedes mucho tiempo. Esta línea pasará rápido," dijo Teo con desaprobación.

"No te preocupes. Seremos rápidos."

Sin embargo, Ricardo y Leticia no fumaban rápido. Anna se dio cuenta de que llegarían tarde y tal vez no se despediría de ellos. El pensamiento la hizo enojar y desilusionarla. Ambos eran tan queridos para ella.

"¡No entiendo por qué fue imposible esperar un poco!" Anna protestó con molestia.

"Relájate, ya vienen," trató de tranquilizarla Teo. "Te acompañaré hasta el final."

Caminaron por el largo pasillo, y Teo trataba en vano de asegurarle que Ri y Leti venían, pero algo había sucedido que nadie podría haber imaginado ...