Capítulo 51

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El conductor llevó a Anna a Génova y, a pedido de ella, se fue inmediatamente. Ya estaba bastante oscuro cuando Anna encontró a Teo. Se sentó en la playa y miró el mar. Furiosa, aquella noche fue implacable, y las olas se tragaron de vez en cuando a la luna, ocultando su luz helada. A diez metros de él, se detuvo.

Ella lo estaba mirando, pero Teo no la vio. ¿Cómo pueden surgir y pasar rápidamente los sentimientos de las personas? ¿Puede la simpatía convertirse en odio y el respeto en miedo? ¿Dónde está la garantía de que la relación no se desmoronaría durante años en la vejez y que un romance fugaz no se convertiría en amor para toda la vida?

Ella lo miró, tratando de entenderse a sí misma. ¿Qué estaba buscando? Mató en su corazón ese lejano sueño de familia y lealtad que había acariciado desde su juventud. Teo se lo recordó. Sobre este mismo sueño, que ella podría ser amada para siempre, profundamente, y él podría regalarle este sueño revivido. Se quedó respirando a pecho lleno, temblando bajo la luz de esta luna. Si ella quisiera, podría ser amada.

¿Pero ella amaba a alguien?

Miró a Teo. Ella vio todas sus virtudes, su intelecto, fuerza, confianza y capacidades. No sabía mucho sobre él, pero no creía nada terrible. Ella solo creía en sus ojos. Él podría hacerla feliz. Pero...

Ella no lo amaba.

¿Qué sabía ella sobre el amor? ¿El amor nace de la pasión? ¿Existe el amor a primera vista, o para amar hay que aprender más al respecto? ¿No puede ella saber la diferencia entre el amor y la pasión, el amor y la simpatía? ¿O tal vez ella no amaba en absoluto?

Ella no lo amaba.

"Todavía no lo amo ," murmuró Anna y caminó hacia Teo.

Él la vio y se puso de pie. Se detuvieron a un metro de distancia.

"Tenemos que intentarlo, Teo," dijo Anna, mirándolo a los ojos. "Si crees que está destinado a ser, tal vez yo también lo haga. Pero aún no..."

"Te amo," dijo Teo y besó apasionadamente a la chica.

Mientras sus labios besaban con avidez los de ella y su lengua buscaba una respuesta. La frase inconclusa "Pero aún no te amo, Teo " resonaba en la cabeza de Anna. Aun así, ella le devolvió el beso con todo lo que sentía hacia él.

No Renunciar Al Amor Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora