El último reino

Capítulo 7

06:00 Am

"Hospital" lee el cartel despedazado por el paso de los años, el hospital dejó de serlo cuando Anthek llegó al trono, ahora los médicos atienden en casas clandestinas, con una identidad falsa, ya que, el rey prohibió todo lo relacionado con la medicina, él piensa que si sus súbitos enferman es porque no son los suficiente fuertes, y merecen la muerte.

Ella sube las viejas escaleras de piedra, la puerta de cristal sorprendentemente sigue intacta, los pasillos están vacíos y el único sonido que se escucha son sus botas haciendo crujir los cristales del suelo, se coloca delante del mostrador, se coloca la espalda a el, dejando los codos apoyados.

El sonido de unos tacones se escuchan por el pasillo, se está acercando a la entrada, se coloca detrás del mostrador. Ella se gira y le sonríe a la persona de detrás del mostrador.

- Ya sabes que no tienes que esperar – Dice Kiera.

- No quería interrumpir la reunión – Responde Elaia Neisson

- Eres parte de la banda, no interrumpes –

- Mi hermana siempre dice que tenga cuidado con la banda, porque puedo llevar la cruz en la frente –

- Arya es demasiado desconfiada, mis chicos son un amor – Responde Kiera con un tono maternal

Elaia Sonríe, Kiera hace un movimiento con la mano indicándole a Elaia que la siga.

Recorren los viejos pasillos del hospital, las puertas de varias salas están abiertas, dejando al descubierto salas derruidas por la humedad de los años.

Llegan a la última habitación, la puerta está cerrada y un cartel que indica que es el despacho está colgado en la puerta.

Kiera llama a la puerta y sin esperar respuesta, abre la puerta de par en par. Nathan está sentado en el escritorio tiene los ojos negros, mostrando su marca de Salimad, cuando las ve, esconde su marca, haciendo que sus ojos vuelvan a ser azules casi grises.

Le dedica una sonrisa a Kiera antes de levantarse y rodear el escritorio, Kiera se acerca a él y le pone una mano en el cuello, une sus labios con los de él, Nathan le rodea la cintura con su brazo, dándole ligeras caricias con el pulgar.

Elaia carraspea, llamando la atención de ellos.

Kiera se separa, y le sonríe a Elaia, Nathan tiene los labios y parte de la barbilla manchada con el pintalabios rojo de Kiera, y un sonrojo tiñe sus mejillas.

- Perdón por la escena – Dice Nathan volviéndose a sentar en la silla.

- Cariño, tenemos un mensaje de Slade – Los ojos de Elaia se abren en señal de sorpresa cuando escucha su nombre.

- Te vas a unir a la revolución, pero por petición de tu hermana y de Kiera, estarás bajo el cuidado de nosotros. –Dice Nathan mientras se limpia el pintalabios de Kiera de la barbilla.

- Es decir, a partir de ahora formo parte de la banda de Slade –

- Eso es, y por seguridad, no podrás volver seguir viviendo en tu casa, si no que vivirás como los demás ladrones, en nuestra base – Dice Kiera.