Detrás de la Ruptura

Capítulo 4: La noche que no sucedió

Ha pasado más de una semana desde que la profesora Stewart ha pedido el trabajo y aún no he podido reunirme con mi compañero. Esta situación es frustrante, y para complicar aún más las cosas, tengo un brazo roto. Es la peor pesadilla de cualquier escritor. ¿Cómo rayos escribiré la historia de mis sueños si ni siquiera puedo escribir?

Bueno...No todo está perdido. Al menos puedo usar mi netbook y escribir algunas ideas.

Ahora mismo estoy en el escritorio de mi habitación comiendo una manzana mientras estoy frente a la pantalla. Han pasado cinco minutos y la única idea que he escrito es "NOVELA POLICIAL".

No es mi genero favorito, pero es lo más cercano que creo que podría interesarle escribir a Ethan. Quisiera llamar a Avery para hacer un intercambio de ideas, pero no puedo hacerlo. Ella se está preparando para una fiesta que hace Tristan, uno de nuestros compañeros. Tristan se caracteriza por tener un ego demasiado alto, y ha obtenido una gran fama en toda la escuela por las fiestas "locas" que realiza.

He escuchado que en todas sus fiestas la policía termina entrando a su casa por varias quejas de los vecinos. Pero eso no es nada si también tengo en cuenta el rumor que dicen que las fiestas de Tristan son famosas por las orgias y la venta libre de drogas.

Avery me ha jurado más de una vez que los rumores son demasiado exagerados. Y le creo. Realmente le creo. Es mi mejor amiga y es imposible que ella disfrute el olor a hierba o ver a un montón de desconocidos sin prácticamente nada de ropa.

Pero no soy ingenua. Tampoco creo que sean fiestas "apta para todo público".

Tampoco puedo dialogar con mi mamá porque hoy es el aniversario de bodas de Nicole y Brandon. Mi mamá se ofreció a hacer doble turno de trabajo para que ellos pudieran disfrutar un día romántico sin inconvenientes.

Pero eso no me afecta. Disfruto pasar los viernes por la tarde y (casi la mitad) de la noche leyendo. Antes de los trece años, mi pasatiempo favorito de los viernes era disfrutar una maratón de películas con Ethan. Es increíble que su recuerdo haya arruinado uno de mis pasatiempos favoritos. Ya no soy una chica de películas. Soy una chica de libros. Pura y exclusivamente de libros.

Suspiro derrotada y apago la netbook. No tiene sentido seguir mirando una pantalla en blanco. Aparentemente, estoy atravesando por una etapa de bloqueo del escritor. Definitivamente, no es algo que me pasa con frecuencia. Pero, yo supongo que se debe a la tensión que tengo por ser compañera de alguien que me detesta profundamente.

Entonces, me acuesto en mi cama y cierro los ojos. Los recuerdos me envuelven: Veo a mi papá. En este momento, aún sigo siendo una niña pequeña. El yo disfrutábamos recorrer la ciudad en automóvil. Es más, incluso teníamos un mapa en donde estaban mis paradas favoritas: el cine, el lago, el parque de diversiones, la plaza, la pista de patinaje, y tantas más.  Yo esperaba ansiosa los sábados y domingos para salir con él. Eran los días exclusivos de padre e hija.

Me alegra tanto haber disfrutado cada uno de esos días.

Ese es mi último pensamiento antes de caer dormida.

*****

Esto es extraño. No es común que sueñe seguido con mi padre. Y es mucho menos común encontrarme con el dentro de un auto. Tengo tantos deseos de gritar y de abrazar a mi padre al mismo tiempo.

—Todo está bien, Amber—dice sonriendo. Pero nada está bien. Estoy aterrada. Y mucho peor, soy yo quien está en el asiento del conductor.

—Quiero salir de aquí—confieso asustada.