2- Nauseas

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La hermosa pareja estaba en su día de descanso, ya está algo tarde y el clima era muy agradable en el departamento, los dos estaban acurrucados en el sofá, acababan de ver una película de acción que era de las favoritas del blondo, entonces el joven peliazul se levantó para apagar la tele y acomodar en una posición más cómoda a su lindo y tierno esposo, con cuidado lo dejo acostado en el sofá mientras lo arropaba con una manta ligera de color vino, la respiración del omega era ligera mientras abrazaba un pequeño cojín, su cabello estaba despeinado por lo que varios mechones adornaban su frente, pero el detalle que más le gustaba al joven alfa es que el aroma de su esposo ahora tenía un pequeño toque a leche en polvo, lo cual denotaba su condición .

-Se ve tan hermoso como siempre - dijo con una sonrisa, para dejarle un beso en la mejilla y caminar a la cocina.

Sabía que ya era tarde y debían de cenar, pero el estar abrazando al hermoso rubio, ver cada una de sus reacciones causadas por los momentos impactantes de la película y sentir su aroma de emoción cerca de él lo hipnotizaba, aún cuando el omega había caído en los brazos de Morfeo no quería apartarse de su lado, definitivamente esto del embarazo lo hacía querer estar pegado cada minuto del día al contrario.

Ya estando en la cocina saco los trastes necesarios para hacer una cena deliciosa para cuando el ojiazul despertara, procuraba no hacer mucho ruido, aún así estaba en su propio mundo al cocinar, tarareaba una canción cualquiera mientras preparaba el tazón de ramen, picaba los complementos y dejaba hervir el té. Cuando la comida estuvo completamente lista el joven azabache decidió que era hora de despertar al contrario, por lo que se acercó al sillón y lentamente empezó a mover al rubio.

-Mirio...Mirio despierta- seguía moviendo de lado a lado al contrario hasta que vio como abría sus ojos - Que bueno que ya despertaste amor.

-¿Qué hora es amor? - con cuidado se levantó del sillón y abrazo al peliazul

-Son las 7 cariño, pero no te preocupes ya hice la cena -despues de decir aquello llevo a Mirio hacía la mesa y sirvió la comida.

El joven rubio seguía con sueño pero estaba feliz, sabía que tenía al mejor esposo del mundo, uno que se preocupaba por el y por su cachorro, estaba tranquilo esperando la comida, pero al tener el plato enfrente los olores llegaron sin censura revolviendo su estómago y antes de poder procesarlo ya estaba hincado frente al baño regresando la nula comida que su estómago tenía, las lágrimas salían de sus ojos y sentía el ardor en la garganta,  pero aquella mano que le daba palmaditas en la espalda lo roconfortaba, cuando terminó bajo la palanca del baño y se levantó para lavarse los dientes.

-Perdón amor, encerio se veía deliciosa tu comida pe... - sus palabras fueron callados por un abrazo cálido.

-No tienes porque pedir perdón, es algo normal en tu estado.

Pese a seguir en el baño el alfa seguía con el abrazo mientras soltaba más de sus feromonas para poder tranquilizar a su omega, al alfa no le importaba tener que cocinar algo diferente cada vez que su omega sufriera náuseas, no le importaba el tener que arrullarlo hasta que se durmiera o hacer todo su trabajo en la noche si durante el día podía hacerlo feliz y ver aquella hermosa sonrisa que lo cautivaba.

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Día dos completo <3

Agosto M-preg / TamaMiriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora