Agosto M-preg / TamaMiri

18- Llanto

Después de unos días en el hospital por fin podrían volver a su hogar, estaban contentos pues empezarían esa linda etapa en su casa, cuando llegaron se dieron cuenta que allí estaban sus familias esperandolos, todos con una hermosa sonrisa y buenos deseos, la mañana y parte de la tarde se pasó entre sonrisas y buenos deseos para los nuevos integrantes los cuales se la pasaron durmiendo, cuando llegó el momento de que se fueran la pareja decidio ir unos momentos a su habitación.

-Estoy cansado amor - el rubio abrazo a su pareja mientras cerraba sus ojos.

-Tienes que descansar cariño, no te preocupes estaré contigo.

Así fue que los dos se durmieron hasta que un llanto los despertó, aún no era muy entrada la noche pero el cansancio estaba en los dos, sin querer que el Omega se levantara el azabache fue a ver a los pequeños, quien lloraba era la pequeña Akane por lo cual la arrullo hasta que volvió a dormirse y volvió a su cama, aunque así pasaba cada hora uno de los dos lloraba y acudía sin decir nada para poder cambiarlos o darles de comer, hasta que fueron las dos de la madrugada.

-Tamaki déjame ir a mi, tu debes descansar - estaba a punto de levantarse hasta que sintió como el alfa lo volvía a recostar.

-Tu debes descansar, has hecho mucho para poder cuidarlos durante tantos meses, además una noche no es nada.

Y así fue como regreso a la habitación de sus cachorros, vio que quien llora a era Toshio por lo que reviso que no estuviera mojado, con hambre o dolor, al ver que solo se había despertado estaba dispuesto a cargarlo hasta que escucho otro llanto, ahora eran los dos y para su suerte no podía tenerlos a ambos en brazos, por lo que intento arrularlos desde la cuna, hasta que escucho cómo su omega cantaba entrando a la habitación mientras soltaba su aroma, esto logro que los dos empezarán a calmar un poco el llanto entonces tomaron a uno en brazos para empezar a arrularlos mientras dejaban libre su olor, aquello había hecho dormir a los pequeñitos por lo que decidieron llevarlos a su recamara mientras dejaban que el aroma a hogar los envolviera.