El ambiente en la casa se sentía pesado, todo estaba en un silencio a excepción del televisor, en el cual pasaban la nota de una gran pelea q que se había llevado a cabo en el centro de Shibuya y como varios héroes habían resultado gravemente heridos pero aún no se daban los nombres. El joven Omega rubio estaba demasiado nervioso ya que su esposo había estado presente en aquel disturbio y aún no tenía noticias de el, tenía miedo de que lo llamarán para decirle que estaba gravemente herido en el hospital.
-Tamaki... - su voz era apagada por el llanto, además de que su aroma se había vuelto agrio y desolador.
El corazón de Mirio estaba lleno de tristeza, lleno de miedos y dudas las cuales algunas veces lo molestaban en las noche, pero que ahora parecían querer salir todas a la vez, tenía miedo de ser un mal padre, de no prestar la atención suficiente a sus hijos o hacerles sentir mal sin querer, tenía miedo de que el día que sus pequeños nacieran no los pudiera cuidar correctamente, además aquellas inseguridades que le habían dejado en su adolescencia volvían a salir, porque recordaba las veces que decían que nadie querría a un Omega como el, que era feo y no entraba en los estándares de belleza, esto le generaba un gran temor a que su embarazo no se pudiera llevar a cabo de buena manera o que Tamaki se diera cuenta que había alguien mejor pero el principal miedo que tenía era el de dejar a sus cachorros solos, ya que desde que se propuso ser un héroe sabía que era una tarea arriesgada en la cual incluso podían llegar a perder la vida, era algo lo cual el nunca había pensado en tantos años hasta que se enteró de su embarazo, poco a poco los recuerdos llegaban a su mente, las lágrimas salían más y parecía que el aire se volvía más denso, había recordado al pequeño Kota el cual durante un tiempo odio a los héroes ya que sus padres habían muerto en una misión. El tenía miedo de que pasará lo mismo, sabía que tarde o temprano volvería a su trabajo y tendrá que volver a enfrentar a los villanos, aunque Tamaki todavía lo hacía y justo ahora no sabía nada de la situación.
Estaba aterrorizado, su mente le daba malas jugadas y cada segundo sentía que se volvía peor, hasta que sintió un aroma familiar, sin pensarlo salió corriendo a la entrada y al ver al alfa allí parado se lanzó a sus brazos, el abrazo era fuerte y escondía su cabeza en el cuello ajeno mientras las lágrimas seguían saliendo, sabía que ese día tendrian una larga plática pero por el momento solo necesitaba desahogar aquellas emociones porque la vida no siempre son momentos sacados de un cuento de hadas.
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Se que es muy corto pero no sabía que hacer, además de que se me hizo tarde y las ideas no fluían bien
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Agosto M-preg / TamaMiri
FanfictionUn intento de unirme al reto de agosto, sobre el embarazo de Mirio y como lo enfrenta la pareja