El canto de los pequeños pajaritos y los rayos de sol entrando por tu ventana te hicieron despertarte, hoy era tu décimo quinto cumpleaños, no querías levantarte, querías quedarte en cama todo el día, te diste media vuelta para evitar la luz del sol, pero en eso se abrió la puerta de golpe dejando entrar a un Tomura de 10 años a tu habitación.Fue directo a tu cama a moverte para que te despertarás, si tú vista no te fallaba, eran las 6:30 AM, ni en broma te ibas a levantar, por lo que para detener al chico, señalaste a un lugar random para que esté volteara y tú lo pudieras jalar para que se acostara contigo y dejara de molestar de una vez.
Y así fue, al señalar hacia un lugar sin importancia, Tomura volteo a mirar enseguida, sonreiste para después abrir un pequeño lugar al lado tuyo y posteriormente jalar al chico quien no tuvo tiempo para reaccionar.
Lo abrazaste y lo tapaste con tus sábanas, acto seguido cerraste los ojos para dormir, Tomura no podía articular palabra, por lo que veías estaba extremadamente rojo ya que el sonrojo le llegaba hasta las orejas, te pareció tierno así que dejaste escapar una pequeña risita.
Tomura: D... ¿De que te ríes? —Dijo levantando su cabeza para verte.
Kousetso: Nada, solo tu linda cara —Abriste los ojos y bajaste un poco tu cabeza quedando un poquito cerca de Tomura.
Esto hizo que el sonrojo del niño incrementará y al no poder sostenerte más la mirada, bajo su cabeza y te abrazo, correspondiste y cerraste los ojos nuevamente para dormir.
El corazón del chico estaba latiendo bastante rápido, por lo que le empezaste a acariciar la cabeza hasta que sus latidos se calmaron y finalmente ambos se quedaron dormidos.
[...]
Estaban bien dormidos y bien acurrucados, ninguno de los dos quiso soltar al otro por lo que se pasaron toda la mañana dormiendo abrasados, eso hasta que Kurogiri fue a despertarlos para que fueran a desayunar, no querías hacerlo, no querías levantarte y mucho menos soltar a Tomura, pero al final se tuvieron que levantar por qué tenían hambre.
Kurogiri sabía que era tu cumpleaños, así que preparó algunas cosas para ellos, a,vos chicos estaban agradecidos con ese... Hombre? Al final le agradeciste por lo que hizo.
En aquella mansión, las únicas personas que no te atreverías a dañar, eran Kurogiri y Tomura, pasara lo que pasará, jamás los tocarías...
Después del desayuno los 3 salieron a jugar, Tomura y tú corrían entre los árboles mientras que Kurogiri los supervisaba mientras leía un libro, ahora sí que un ojo al gato y otro al garabato.
Paso como una hora y ya se habían cansado, por lo que decidieron acostarse en el pasto, todo estaba tan tranquilo, cuando de repente alguien los atacó sin previo aviso, tomaste a Tomura y rodaron por el pasto para evitarlo.
Kousetso: Que demonios... ¡¡Kurogiri!! —Aventaste al chico en cuanto el portal se abrió—. Surjan —Esta vez, no te contendrias, ellos habían atacado primero.
Todas las sombras que habias absorbido, las sacaste, no permitiras que dañen a Tomura, eso sobre tu cadáver.
Tomura: ¡¡Kousetso!!
Le sonreiste mientras esté se alejaba con el portal andante, una vez que estuvieron lejos de tu vista, miraste hacia enfrente, eran héroes.
X: Vaya, vaya, no dijeron que aquí estaría AFO, pero aquí solo hay un niño —Habias ocultado tu ejército de sombras en las sombras de los árboles, así que pensaron que estabas solo— Dinos, en dónde está AFO.
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𝐄𝐥 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐵𝑁𝐻𝐴𝑥𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟
FanficEl vivía una vida feliz con sus padres y a pesar de que no lo dejaban usar tu Kosei era feliz, pero por culpa de los villanos y en parte por los héroes, sus padres murieron en un accidente, lamentaba su muerte cuando un hombre se le acerco para ofre...