Sakura Haruno nunca regresó de su misión y lo unico que pudo hacer Konoha fue preguntarse que había sido de ella.
Su captor la quiere solo para él y no esta dispuesto a dejarla ir.
"¿Y Sakura?" Pregunta el pequeño pelinegro observando el interior del cuarto con cuidado, esperando a ver algún signo de ella.
"La dejé tomar la habitación, estaba cansada así que se fue a dormir en cuanto te fuiste."- Explica el de cabellos platas dándole un sorbo a la taza de té que había dejado sobre la mesita, antes de todo lo ocurrido.-"¿Y bien?"
"Parece ser que no sabe nada. Lo seguí hasta el hotel en el que se está quedando y se fue a dormir en cuanto entró. Me quedé un buen rato por si acaso." Explica el niño quitándose sus ropas, para ponerse la túnica de dormir.
"Muy bien. Nos vamos mañana en la mañana en cuanto salga el sol. Descansa." Gyo asiente sentándose sobre el futón a mitad de la sala, dándole un par de golpes a la almohada.
"Kabuto-sama... ¿Sakura se puede quedar con nosotros?" Pregunta avergonzado, sin darle la vara a su maestro. Kabuto tuerce los labios.
"¿A que te refieres?"
"No tiene que regresar a su aldea... Si no quiere." El peliplata se termina su té, dejándolo de un movimiento sobre la mesa y desvía la mirada a los fuegos artificiales por la ventana.
"No lo sé, Gyo. Sakura no es como nosotros... No pertenece en nuestras vidas." El niño baja la mirada sabiendo exactamente a lo que se refiere. Ella no mata gente innecesariamente, ya sea en una pelea o experimentos. Ella es carismática e irradia luz a su alrededor con solo su presencia. La oscuridad de la mazmorras tan solo la opacarian.
"Hasta mañana, maestro." Se despide el pelinegro con una amarga sonrisa antes de ocultarse bajo las sábanas del futón gris.
Kabuto observa sus manos sin poder creer lo que había hecho. Se había enojado, si. El pensamiento de que aquel ninja se hubiera llevado a Sakura de su lado lo hizo ver rojo, tanto que no midió sus acciones o limitó sus deseos. Todo salió a flote con cada embestida en el cuerpo de la pelirosa. Intentó contenerse pero ¿Como le sería posible cuando la chica lo recibió tan bien? Tan mojada y húmeda por él, rogando por su cuerpo.
Se siente culpable pero no se arrepiente en lo absoluto, todo lo que pasó valió la pena al cien por ciento y aunque tuviera que pagar con la eternidad en el infierno, lo aceptaría con tal de mantener el cuerpo, tacto y gemidos que dio la kunoichi debajo de él en su memoria. Así como Gyo, dentro de él desea que Sakura se quede pero sabe que, aunque se quede por decisión propia, Orochimaru no lo pasaría desapercibido. Le haría algo para lastimar a Naruto o tramaria algo con los Akatsuki. En resumen, la pelirosa corre peligro si alguien más que ellos dos se entera de su existencia en la guarida.
Kabuto mira su taza de té vacía, deseando poder regresar a la habitación y acurrucarse junto a la pelirosa, estrecharla con fuerza entre sus brazos y disfrutar del aroma de su cabello pero se golpea mentalmente.
Tiene que irse, en algún punto. Pero por el momento, disfrutaría de su presencia lo más que pudiera.
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Shikamaru hizo su camino a la torre de la Hokage sin dilaciones, pero tampoco apurado. Sus pasos eran cortos y lentos, quería disfrutar del hermoso cielo azul acobijando la villa de Konoha. Recién había llegado de su misión, junto con su sensei, el cual seguía diciéndole que apresurara el paso. Había ido a una larga misión con Asuma, casi dos semanas y estar en casa le alegraba.
"Apuesto que Ino y Choji te extrañaron." Bromea el pelinegro dándole una calada a su cigarrillo.
"Te apuesto a que no entrenaron nada." Es lo único que se limita Shikamaru a responder.
Al subir a la torre del Hokage son recibidos por Shizune, la cual está abrazando a su cerdito.
"Yo, hemos regresado. ¿La quinta está ocupada?" Shizune menea la cabeza.
"Pueden traer su reporte de misión al final del día. Tsunade-sama esta... Indispuesta."
"¿Cuanto bebió?" Pregunta él sensei.
"Ha estado en cierto shock desde que Sakura desapareció." Menciona la muchacha sorprendiendo a los dos hombres en el pasillo.
"Espera ¿A que te refieres?" Pregunta Shikamaru rápidamente finalmente decidiendo prestar atención a la conversación.
"La enviaron como médico de emergencia a una aldea en las orillas de la niebla. Envió su carta de que ya había salido de la aldea y estaba de regreso pero nunca llegó. Ninjas de reconocimiento fueron enviados y había marcas de una pelea claramente hechas por Sakura pero no hallaron rastro alguno de ella." Relata Shizune, queriendo darles la versión resumida pero con cierto detalle.
"Por Kami, pobre muchacha. ¿Que hay de Kakashi?" Pregunta Asuma pero el Nara lo corta.
"Yo vi a Sakura hace dos días."-fianalmenre menciona el joven ninja sin poder salir de su shock.-"En la aldea Mirue, en el festival. Iba con un niño."
"¿Qué? ¿Mirue? ¿Que hace allá tan lejos y sola con un niño? ¿Que te dijo? ¿Se miraba bien?" Comienza a cuestionar la mujer sorprendida por la noticia.
"Al principio no la reconocí, no sentí su chakra. Ahora que lo pienso, no tenía nada. Dijo algo sobre una misión así que pensé que lo estaba escondiendo." Menciona el chico detestandose a si mismo un poco. No pudo sentir el chakra de la chica. Por su puesto que algo andaba mal y no se dio cuenta.
"¿Ella te dijo que estaba de misión?" Salta su sensei.
"No... el niño respondió por ella. Tomó su mano y dijo que Oni-chan los estaba esperando. No tuvo oportunidad de decir nada."
"Hay alguien, un hombre mayor."
"Debemos hacer algo. Si estaban en la aldea, han de estar viajando."
"Esa fue la explicación que dio el niño. Que los estaba escoltando entre aldeas."
"Por Kami, no puedo creerlo. Sakura es una rehén. No tiene chakra, seguramente lo sellaron. No puede escapar, no así." La pelinegra se recarga de la pared asimilando toda la situación sin poder creerla. Pero finalmente después de casi mas de una semana, Sakura ya tenía un rastro que podrían seguir.
