Sakura Haruno nunca regresó de su misión y lo unico que pudo hacer Konoha fue preguntarse que había sido de ella.
Su captor la quiere solo para él y no esta dispuesto a dejarla ir.
"Aquella persona se ha ido. Parece ser que todo está bien." Avisa el peligris entrando a la celda observando a la pelirrosa con cuidado. La chica sonríe levantándose somnolienta de la cama, estrecha sus brazos por encima de su cabeza y da un largo suspiro, lista para darle toda su atención. El peligris se acerca a ella y toma su mano entre la suya, acariciando los nudillos de la chica detenidamente.
"Eso es bueno... ¿Cierto?" Kabuto asiente sin saber cómo sentirse al respecto. Sabe que Sasuke no hará nada irracional, pero pudo ver el fuego en sus ojos y las ganas de de golpearlo después de su charla. Sabe que está directamente debajo de Orochimaru, pero ¿que tan leal le es? Las manis del Uchiha tienen la misma o más cantidad de sangre que él. Ambos están manchados, todo por ser discípulos de Orochimaru y tener que obedecer ciegamente. La misma mano que ha metido en cuerpos y rebuscado en viceras son las mismas con las que está tocando la hermosa y delicada mano de Sakura.
"Regresemos a mi habitación, apuesto que esa cama te ha estado dando dolor de espalda." Invita él dándole una túnica que traía en su mano libre. Sakura la toma y se la coloca encima, una vez lista se levanta con las rodillas débiles y sigue al peliplata el cual la guía por los tétricos pasillos de vuelta a sus aposentos. En cuanto se encuentran en la seguridad que les proporciona aquellas cuatro paredes, la Haruno se quita la capa y voltea a ver la puerta a la derecha.
"¿Puedo tomar una ducha?" Cuestiona rápidamente, sabe que probablemente aquel calabozo no le hizo de lo mejor. Siente su cabello enmarañado, su piel profanada por semen seco y su entrepierna aún húmeda debido al sueño que tuvo hace unas horas, justamente con el mismo peligris que le ha estado dando las folladas de su vida.
"Ve, te traeré una túnica nueva." Sakura asiente rápidamente, no necesita que le digan dos veces ya que prácticamente corre al baño y dos segundo después se encucha el agua correr de la ducha. Kabuto sonríe y se da la media vuelta, haciendo su camino al laboratorio donde guarda las túnicas para los sujetos sometidos a sus experimentos. Desea darle a Sakura algo mejor pero no sabe por cuánto tiempo estará aquí, no sabe por cuánto tiempo más la puede forzar quedarse a su lado y mucho menos no sabe que esperar después de la visita de Uchiha Sasuke, por si acaso aumentaría la vigilancia, solo si Orochimaru decide hacer un movimiento a sus espaldas.
Sabe que Orochimaru siempre ha conseguido deshacerse de lo que le importa muy sutil y cruelmente. ¿Por que? No lo sabe, pero muy probablemente piensa que la gente importante a su alrededor son distracciones, y lo único en lo que debe concentrarse es en su voluntad.
No quiere que llegue a Sakura. Que se la quite, o mágicamente desaparezca de su lado. Al mismo tiempo sabe que es injusto, él la acogió, selló su chakra y privó de su voluntad. Que ahora tenga el favor y cariño de la chica le encanta, mucho más al saber que no tuvo que forzar nada, y a pesar de que sabe que ambos la están pasando increíble, tiene que dejarla ir de algún modo u otro.
Lo piensa muy bien antes de volver a su habitación.
La dejará ir... Pronto.
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"¡Kakashi!, vas a querer ver esto." Exclama el camino sentándose al lado de su descubrimiento. El peliplata salta árboles a gran velocidad hasta que decide brincar al suelo al ver lo que está junto de Pankun.
Era casi invisible, apenas y se veía pero era una hebra de cabello rosado. Tal parecía que el viento las había esparcido por las zona, por que pakkun comienza a caminar alredor encontrando hebras singulares entre arbustos y pasto.
"Sakura, debe estar cerca."
"Su cabello está por todos lados, el cabello ha tenido tiempo de esparcirse. Tomará unas horas encontrar el punto exacto de donde vinieron, tal vez días para dar con el lugar donde la tienen." Explica el perro ninja con desilusión.
"Esto es lo más cerca que hemos estado de ella en semanas. Vamos a encontrarla." Ambos ninjas asienten y se separan, intentando estrenar cada hebra rosada con la que se encuentran.
"Voy a enviar un halcón, estamos muy cerca así que necesitaremos refuerzos." Comenta Kakashi en voz alta.
"¿Que tal si es un falso rastro? ¿O si la mueven de guarida otra vez?" Cuestiona Pakkun.
"Posiblemente, pero algo me dice que está cerca." Asegura él activando su Sharingan para comenzar a estudiar el área. No quiere perder ningún solo detalle.
