Maybe♡KabuSaku♡

Decimo Séptimo pecado

Cuando todo estuvo listo, Kabuto tomó la mano de la chica y en la oscuridad de los pasillos caminaron de manera lenta hasta lo profundo de la mazmorra. Al inicio del extraño pasillo al que se adentraron, había gente en celdas sobre el suelo. Olía mal y era obvio que aquella gente había sido lastimada de algún modo. Aquello asustó un poco a la chica pero se mantuvo callada hasta que doblaron a la izquierda, había otro pasillo, este en lugar de celdas había habitaciones con puertas, no sólo barrotes. Kabuto la condujo a la última habitación y al momento que colocó la antorcha en la habitación para iluminarla, el vello en su cuello se erizó al instante.

Había cadenas en las paredes y en el techo, estaban oxidadas y obviamente viejas. En la esquina de la derecha había una silla y una cama, si es lo que se le podía llamar. Tan solo se miraba como un plano tatami con una vieja cobija. Ella sabía que la celda no sería como la habitación de Kabuto así que se traga su arrepentimiento y camina hasta el centro de la habitación.

"Aquella gente..."

"Sujetos de pruebas. Siento que hayas tenido que ver aquello pero tú sabes que no soy una buena persona." Le recuerda sin poder mirarala a los ojos.

"Te equivocas, si lo eres. Eres bueno conmigo." Anima ella acercándose para tomar su mano entre la de ella.

"No lo soy Sakura. Incluso cuando estamos juntos... A veces siento que saco mi fustacion contigo." Susurra él acariciando su mejilla derecha con un poco de pena.

"Me gusta. Y si puedo ayudarte a liberarte de aquella frustración, por favor hazlo." Susurra ella muy cerca de sus labios.

"No quiero lastimarte." Sakura deja escapar una suave carcajada.

"Eres ninja médico ¿No? ¿Que es un par de moretones o mordidas?" Le recuerda ella llevándose una mano al borde de la tela en su cuello, enseñandole las marcas que él había dejado la última vez.

"Aún así..."

"Soy tu rehén ¿No? Saquemos provecho a la situación." Susurra ella  retrocediendo un par de pasos haciendo que su espalda choque con las cadenas que colgaban desde el techo. La chica le regala una traviesa sonrisa y toma el grillete que va en las muñecas.

"Sakura... Si haces eso tendré que ir por la llave y si alguien te ve así juro que..."

"¿Qué? ¿Castigo? Hazlo de una vez." Sugiere en tono retórico, cerrando el grillete alrededor de su muñeca. Kabuto no sabe si había utilizado toda su suerte en encontrar a alguien tan compartible con él, pero había algo en Sakura que lo enloquecía. No sabe si es lo hermosa que es, su personalidad, lo salvaje que puede llegar a ser o al manera en que ambos cuerpos se necesitan el uno al otro.

Kabuto cierra la puerta tras de él y avanza a ella, quitándose la capucha de la cabeza. Se apega al cuerpo de la chica y toma su otro mano para atraparla en el segundo grillete, luego se aleja a la polea por la puerta para comenzar a rodar la palanca obligando a la chica a estirarse y casi dejándola de puntillas, un poco más y podría colgarla del techo, dejando a su merced.

"Vamos Kabuto."— Él se acerca a ella a manera lenta, molestándola. Sakura está a punto de soltar una maldición pero Kabuto alza su mano y le da una cachetada. No es fuerte, o le duele. Tan solo lo suficientemente para sacarle una sonrisa y dejar una sensación de calor en su rostro.

"Kabuto-sama para ti. Estas en las mazmorras, no en mi cama." Sakura sabe que debería estar ofendida, pero le gustó. Sabe que la situación no es la mejor pero el pensamiento de que es una rehén bajo la total merced del peliplata hace que comience a sentirse mojada. Sakura alza la mirada para mirarlo a los ojos dejándole saber que siga.  Y así hace.