CONFUSED [GOHAN]

C28: Otra reconciliación y una propuesta.

[...]

La fiesta aún no había terminado, las personas a mi alrededor se encontraban cenando, esta vez, viendo una película japonesa que todos amabamos, lo cuál los tenía muy concentrados. Sin embargo, yo estaba en la azotea, tranquila. A mi lado había una persona más que se había mantenido en silencio durante mucho tiempo.

—Todo está tan...

—¿Calmado?—completó el hombre a mi lado.

—Así es—acepté cerrando los ojos, sin embargo, una gran duda seguía carcomiendo mis sentimientos. Quería saber al menos algo de mi pasado, algo de mi sangre, algo real.

Vegeta estaba un par de metros a mi lado, apoyaba sus brazos en el barandal de la azotea del segundo piso de la estancia y observaba hacia el horizonte sin desconcentrarse para nada, yo estaba allí también, observándolo.

—Supongo qué quieres saber quién fue tu abuelo—su voz serena y tranquila me hizo sentir nervios, jamás lo había oído de esa manera, me había acostumbrado tanto a su tono arrogante durante todos estos años que oirlo así me costaba mucho—¿No es así?

—Si—logré murmurar—Por favor, Vegeta.

—Desde que tengo memoria mi padre me contaba una historia de un gerrero increíble, su nombre era Zorem y era unos de los últimos sobrevivientes del gran linaje de los Hirai—informaba—Solía decirme que éste sujeto había sido uno de los guerreros más fuertes del planeta y que innumerables veces  había salvado a nuestra raza por la convicción en su carácter, también me comentaba que sus padres habían sido muy buenos amigos de él y qué justo después de su muerte a manos de King Cold, se quedaron a cargo de su hijo. Según sus palabras, el hijo de Zorem era un niño honesto y a veces irritante, pero muy inteligente para tener la edad que tenía.

—¿Y cómo se llamaba ese niño?

—Su nombre era Cassius—soltó con lentitud—Y fue tu abuelo.

—¿Mi...—comencé a decir con confusión queriendo saber algo más—¿Mi abuelo?

—Asi es, tu abuelo se llamaba Cassius Hirai, el único hijo de Zorem—aceptaba Vegeta—Cassius y mi padre...—pude oír que tragaba saliva y, al parecer, hablar de su padre también le afectaba. Eso podía notarlo—Mi padre...—hizo una pausa solo para soltar una risita sarcástica, el tema parecía dolerle un poco porqué observaba el horizonte con cierta pena—El Rey Vegeta había sido salvado innumerables veces por tu abuelo.

Sin despegar mi concentración del hombre que estaba a mi derecha, observé hacia el horizonte justo cómo él lo hacía, serenamente y con calma, claramente dispuesta a oír su historia porqué tenía una curiosidad tremenda.

—Cuándo yo tenía cinco años, un sujeto extraño al que todos conocían cómo Bills trató de matar a mi padre, lo mismo pasó con un sabandija llamado Frezzer. A pesar de eso, tu abuelo siempre estuvo allí para interceder y apoyar a mi padre, logrando salvar su vida y el de toda nuestra raza en repetidas ocasiones.

—¿Éran muy cercanos?

—Más de lo que crees—contestó severamente, pero pude oír que soltaba una sonrisa—Tu abuelo venía de un linaje puro, al igual que mi padre—informaba—Eran amigos, y podría decirse que también eran eternos rivales ya que cada mañana los veía entrenar juntos y no paraban hasta que la armadura de ambos estuviese completamente destruida—Vegeta solo cerró los ojos aún manteniendo una sonrisa tranquila—Los enfermeros tenían que llegar con algunos aparatos médicos especiales para verificar el estado de vida de ambos, pero ellos eran arrogantes y poseían el mismo carácter, por lo cuál siempre decían que estaban bien.