10. Noche

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Toco la puerta y poco después se abre. Kacchan sonríe al verme. Me agarra de la mano y entramos a la habitación, cerrando la puerta.

Nada más entrar, Kacchan me rodea de la cintura y une nuestros labios en un beso lento e intenso. Suspiro y rodeo su cuello con mis brazos. La dulzura y la delicadeza con la que me besaba me derretían. Nunca llegue a pensar que Kacchan pudiera llegar a ser tan dulce. Pero la verdad es que lo amaba fuera como fuese.

Nos separamos minutos después, recuperando la respiración.

—K-Kacchan…

—Te quiero, Deku.

Se me humedecen los ojos. Había soñado tantas veces con escuchar esas palabras.

—Y yo a ti— vuelve a besarme.

—Ven, vamos a tumbarnos en la cama.

Asiento. Nos acercamos a la cama. Me tumbo yo primero, junto a la pared. Luego se tumba él, pegándose a mi.

Me sonrojo al sentir su mano sobre mi cintura. Sonríe, deja un beso sobre mi nariz. Me sonrojo más.

Ríe.

—Eres tan tierno.

Hago un puchero.

—No soy tierno.

—Si, lo eres— acaricia mi mejilla—. Muy muy tierno— se acerca y besa mis labios con delicadeza.

Sonrío y me acerco más a él, colocando la cabeza sobre su pecho. Siento como me rodea con sus brazos y me aprieta más contra su pecho.

Suspiro, feliz. Llevo tantos años anhelando este momento.

—Deku…

—¿Si?

—Te quiero.

Sonrío

—Y yo a ti.

Acaricia mi pelo con suavidad.

—Buenas noches, Deku.

—Buenas noches, Kacchan.

Cierro los ojos y sintiendo sus caricias sobre mi pelo, me quedo dormido.

∞∞∞


Al día siguiente me despierto al sentir una presión en mi cintura.

Me giro y me encuentro de golpe con la carita hermosa y dormida de Kacchan. Me sonrojo. Era tan lindo. 

En un impulso acerco mi mano a su mejilla y la acaricio con suavidad. Frunce el ceño y gruñe. Sonrío. Sigo acariciándolo.

Poco después abre los ojos, uniéndolos con los míos. Me sonrojo por su intensa mirada.

Una hermosa sonrisa surca sus labios. Acaricia mi mejilla con suavidad y besa mi nariz con dulzura.

—No era un sueño— susurra.

—No, no lo era.

—Buenos días— deja un beso sobre mis labios.

—Buenos días, Kacchan.

—¿Cómo has dormido?

—Muy bien, eres muy cómodo.

Ríe.

Como deseaba ver esa sonrisa el resto de mi vida.

Y deseaba, si era posible, que esa sonrisa solo fuera para mi.

—¿Qué hora es?

—Falta poco para levantarse. Tengo que irme a mi habitación antes de que el resto se despierte y nos descubran— digo.

Hace una mueca. Afianza el agarre en mi cintura.

—¿Tienes que irte?

—Si— hago un puchero.

Gruñe, escondiendo la cabeza en mi cuello.

—No quiero que te vayas.

—Ni yo, pero tengo que irme o nos pillaran. Además, luego nos veremos, podemos pasar el rato juntos.

—Pero también estarán esos idiotas molestando. No podremos hacer nada.

Sonrío.

—Kacchan, son nuestros amigos.

Bufa.

—El único que me importa eres tu.

Me sonrojo.

—N-No digas eso.

—Solo digo la verdad. Eres y siempre has sido lo único importante en mi vida.

Escucharlo decir eso hace que se me llenen los ojos de lágrimas.

—K-Kacchan…

—Me conoces de toda la vida. Sabes como es mi vida y mi familia, por lo que sabes que nada a sido fácil. ¿Sabes cual era el único momento de mi día a día en el que era feliz?— niego con lágrimas en los ojos—. Cuando estaba contigo. Tu me dabas esa alegría y esa felicidad que necesitaba. Puede que después empezara a tratarte mal, pero a pesar de eso, no había día en el que no pensara en ti y en el que no deseara estar entre tus brazos— me mira con lágrimas contenidas en sus ojos—. Eres la luz que ilumina mis días.

Ya no lo aguantaba más. Lo abrazo con fuerza, escondiendo la cabeza en su cuello. Me lo devuelve con fuerza, sollozando sobre mi cuello.

—K-Kacchan…

Miradas indiscretas {Bakudeku} (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora