8. Sentimientos

3.6K 312 51
                                    

Iba a matar a alguien. Y a Kirishima el primero.

Otra vez he estado a punto. ¡Otra vez he estado a punto de besar a Deku! Pero, ¡otra vez nos han vuelto a interrumpir!

Estaba muy feliz al saber que estaría a solas con él. Estaba tan emocionado que hasta cogí la oportunidad para poder besarlo al fin. Pero, ¡otra vez tuvieron que tocarme los huevos!

Otra oportunidad fastidiada y todo por su culpa. Él lo sabia todo, ¿Por qué mierda abrió la puerta? ¿No podría haberse esperado otros 5 minutos?

Lo iba a reventar.

Camino hacia la salida, furioso. No quería estar cerca de esos imbéciles.

—¡Kacchan!

Me detengo al escuchar su voz.

—¡Kacchan, espera!

—Vete, Deku.

—Kacchan...

—No te acerques, no es el mejor momento— digo. No me giro.

—Se como te sientes, Kacchan. Pero enfadarte no es la solución.

Hago una mueca.

—No, no lo sabes. No tienes ni idea de como me siento— murmuro, apretando los puños con fuerza.

—¡Pues explícamelo!

—No lo entenderías...

Ni siquiera yo me entiendo a veces.

—¡Inténtalo! Por favor, Kacchan, habla conmigo.

Como desearía no tener miedo y poder confesarte la verdad. Ojala pudiera decirte lo mucho que te amo, lo mucho que deseo besarte y lo mucho que deseo tenerte entre mis brazos y no soltarte jamás.

—No puedo...

—¿Por qué?

—Tengo miedo...

—Kacchan...,no tengas miedo. Estoy aquí, contigo. Puedes confiar en mi.

Sonrío, triste.

—No es tan fácil, Deku.

—¿Por qué? ¿Qué ocurre? ¡¿Por qué tienes tanto miedo?!

Exploto.

—¡YA NO LO AGUANTO MÁS!

Me giro, plantándole cara. Se sobresalta. Me acerco a paso ligero. Agarro sus mejillas al llegar a él y finalmente uno nuestros labios en un beso.

Mi corazón late a toda velocidad. Por fin lo había besado. Al fin estaba besando estos hermosos labios, los cuales había deseado besar todos estos años. No había noche en la que no soñara haciéndolo.

Minutos después nos separamos por falta de aire. Mantenemos nuestras frentes unidas, mientras nos miramos a los ojos. Sus mejillas estaban coloradas y estaba seguro de que las mías estarían igual.

—A esto tenia miedo— susurro.

—Kacchan...

—Me gustas, Deku, me gustas mucho. Llevo años deseando besarte y tenia mucho miedo de hacerlo, ya que no quería que me odiaras o rechazaras— confieso.

Decir que se ha quedado mudo es quedarse corto. Se había quedado sin palabras.

—¿D-De verdad te gusto?— pregunta segundos después.

—Demasiado.

Se le llenan los ojos de lágrimas.

—K-Kacchan, tu t-también me gustas mucho.

—¿De verdad?

Asiente—. Desde que éramos pequeños.

Ahora era yo el que estaba llorando.

—¿E-Estoy soñando?

—M-Me pregunto lo m-mismo— sonríe, entre lágrimas.

Era el mejor día de mi vida, pero aun faltaba algo.

—Deku...— me mira—¿Q-Quieres ser m-mi n-novio?— pregunto, nervioso.

Se sonroja hasta las orejas.

—S-Si, q-quiero.

Sonrío ampliamente. Vuelvo a besar sus labios con delicadeza.

Dios, como amaba besarlo. Me estaba volviendo adicto a sus besos.

—Deku, te quiero.

—Te quiero.

Sonrío, dejo un beso sobre su frente y lo abrazo con fuerza, aspirando su olor.

Llevaba años deseando tenerlo así, entre mis brazos.

Lo escucho suspirar sobre mi pecho.

—Llevaba años deseando estar así, contigo— susurra.

Sonrío— Ya somos dos.

—¿Volvemos con los demás?

Gruño—¿Es necesario?

—Si— bufo—. Por favor, Kacchan, será divertido. Además, seguro que están preocupados— hace un puchero.

Suspiro, no puedo decirle que no a esa carita.

—Esta bien, acepto pero con una condición— me mira con curiosidad—. Que duermas conmigo esta noche.

Abre los ojos como platos, seguido de sonrojarse con fuerza.

—¿D-Dormir c-contigo?

Sonrío, era tan tierno. Como deseo besar esas mejillas sonrojadas sin parar.

—Si, ¿no quieres?

—C-Claro que q-quiero. S-Solo es que...

Río. Dejo un dulce beso sobre sus labios.

—Se como te sientes. Yo también estoy nervioso. Pero no haremos nada. Solo quiero sentirte y tenerte entre mis brazos— sonrío, acariciando su mejilla con suavidad.

—V-Vale, a-acepto.

Sonrío. Dejo un pequeño beso sobre sus labios.

—Venga, vamos.

Nos separamos y nos dirigimos de vuelta al interior.

Se encontraban todos en los sillones. Al llegar se giran y nos miran.

—¿Seguís jugando?— pregunta, Deku.

—No, vamos a jugar a otra cosa, ¿os apuntáis?— dice, Mina.

Miradas indiscretas {Bakudeku} (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora