14. Abrir el corazón

2.8K 196 24
                                    

Ya era tarde.

Me encontraba en mi habitación tumbado en la cama, pensando en todo lo que había pasado.

Llevaba mucho rato pensando y a la conclusión a la que había podido llegar había sido a que era un idiota.

He sido un idiota por ponerme celoso y por tratar así a Deku. Él estaba preocupado por mi y yo lo único que he hecho a sido ignorarlo. Merecía que me odiara por eso.

Tengo que hablar con él y disculparme. No podía perderlo, no ahora que por fin lo tenia en mis brazos.

Me levanto decidido y salgo de la habitación.

Era bastante tarde por lo que tenia que tener cuidado para que nadie me escuchara.

Camino hacia su habitación en silencio. Al llegar toco la puerta y poco después se abre.

—Deku…— susurro con dolor al ver su mirada triste y sus ojitos llenos de lágrimas.

—K-Kacchan. ¿Q-Que haces a-aquí?

—Soy un idiota.— susurro.

—¿Qué?

Doy un paso hacia delante, entrando a la habitación y cerrando detrás de mi.

—K-Kacchan, ¿Qué estas…?

No lo dejo terminar. Corto la distancia entre nosotros y lo abrazo con fuerza, escondiendo la cabeza en su cuello.

—Lo siento Deku, lo siento mucho. Perdóname por ser tan idiota. Perdóname por hacerte daño.

Afianza el agarre en mi cintura. Solloza con fuerza contra mi cuello.

—E-Estaba muy p-preocupado y t-tenia mucho m-miedo. P-Pensaba que había echo algo malo o que te había pasado algo.

—No, tu no has hecho nada. ¿Como vas a hacer algo si eres lo más dulce y tierno del mundo? Ha sido mi culpa por ser tan idiota. Perdóname, bebe, te amo, te amo mucho.

—Y-Yo también t-te amo.

Nos miramos a los ojos, acaricio su mejilla con suavidad y acerco mis labios a los suyos, besándonos con amor y delicadeza.

Lo amaba con toda mi alma. No podía perderlo. Jamás volvería a cometer un fallo así.

Estábamos tumbados en la cama. Yo acariciaba su pelo y rodeaba su cintura, mientras él se acurrucaba en mi pecho, sin querer soltarme.

—Kacchan.

—¿Si?

—¿Qué ha pasado?

Suspiro, dejo un beso en su frente y empiezo a contárselo todo.

—Entonces, ¿estabas celoso de Kai?

—Si.

—¿Por qué?

—No lo se, supongo que fue por el echo de que con él si pudieras hablar sin miedo mientras que conmigo no. Llegue a pensar que, ¿y si se cansa de esconderse y se va con él, con quien no tiene que hacerlo?

—Para empezar si saliera con él también tendríamos que escondernos. Tampoco podríamos besarnos en publico. Y segundo, jamás te cambiaría por nadie. Al que amo es a ti Kacchan. Él que me acelera el corazón eres tu. Al que deseo eres tu. Del que llevo enamorado años eres tu. El que me hace feliz eres tu. Y con el que pienso las veinticuatro horas del día eres tu— se me humedecen los ojos—. Eres mi vida Kacchan. Sueño con pasar el resto de mi vida contigo. No me imagino una vida sin ti, Kacchan. ¿Cómo puedes pensar que yo me enamoraría de alguien más? Mi corazón es tuyo. Lo ha sido desde que me salvaste de esos perros cuando éramos pequeños— Pasa una mano por mi pelo—. Te amo, Kacchan.

No me reconocía. Me encontraba llorando de una forma de la cual no me reconocía.

¿Cómo podría no amarlo? Si siento que mi corazón se me va a salir del pecho cada vez que le veo. Era lo mejor de mi vida.

Era demasiado bueno. No se que habrá visto en mi para amarme tanto.

—Perdóname mi amor, perdóname por dudar. Te amo con toda mi alma. Te prometo que no volveré a dudar. Eres lo mejor que tengo en mi vida. Jamás podría vivir sin ti— sollozo—. No me dejes por favor. Haré lo que sea para que me perdones.

Esconde la cabeza en mi pecho, abrazándome con fuerza.

—No tengo nada que perdonar. Te amo y lo único que quiero es estar contigo. Solo…no vuelvas a dudar de mi amor por ti, por favor.

—Te lo prometo, jamás volveré a dudar. Perdóname, mi amor.

Agarro sus mejillas y lo beso con pasión y ternura.

Nos separamos y volvemos a abrazarnos con fuerza.

—¿Qué hacías despierto a estas horas?

—No podía dormir. Te extrañaba. Además, una pequeña parte de mi deseaba y esperaba que aparecieras por la puerta, que entraras y me abrazaras.

—Pues menos mal que ese deseo se ha hecho realidad— sonrío.

—Si, menos mal— se pega más a mi—. Mi Kacchan— susurra.

Me sonrojo. Beso su frente con cariño.

—Mi Deku.

—¿Sabes? Mi casa era un caos. Todos los días eran gritos, peleas e insultos. No había un solo día de tranquilidad. Los únicos momentos en los que era feliz era cuando estaba contigo. Quería estar contigo las veinticuatro horas del día, por eso siempre estaba triste cuando nos despedíamos. ¿Sabes porque nunca te llevaba a mi casa?— niega— Porque no quería involucrarte en toda esa mierda. No quería que presenciaras todo eso o que mi familia la tomara contigo— acaricio su mejilla—. Quería protegerte— se le humedecen los ojos—. Es más, muchas veces he querido quedarme a dormir contigo, pero no lo hacia por miedo. No quería que te pasara nada. Eres demasiado bueno para toda esa mierda.

Se lanza hacia mis labios besándome como si no hubiera un mañana. Rodeo su cintura, atrayéndolo más hacia mi. Giramos, quedando él encima de mi.

Acaricio su espalda mientras nos seguimos besando. Mi mano viaja de su espalda a su trasero. Le doy un apretón, haciendo que suelte un gemido.

—Kacchan…

Miradas indiscretas {Bakudeku} (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora