Epílogo

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Deku

Mentiría si dijera que no estaba nervioso. Las piernas me temblaban y sentía que en cualquier momento me desmayaría.

¡Voy a casarme con Kacchan!

Estaba muy emocionado, pero también muy nervioso. Por fin había llegado el día que tanto tiempo llevo esperando.

—Deku, ¿has terminado ya? Es casi la hora de irnos.

—¡Si, ya voy!

Sonrío, mirándome por última vez en el espejo.

Todo irá bien.

Te convertirás al fin en el esposo de Kacchan.

Sonrío ampliamente.

Al fin.

Abro la puerta, saliendo del baño.

Ochaco me mira de arriba abajo con una sonrisa.

—¿Qué tal estoy?

—Estás perfecto. Katsuki se enamorará aún más al verte.

Me sonrojo.

—Gracias Ochaco, por todo lo que has hecho por mí.

—No ha sido nada, para eso están los amigos.

Salimos de la casa y nos dirigimos al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia.

Al llegar no veo a nadie en la puerta, lo que significaba que la ceremonia iba a empezar. Me acerco y me coloco frente a las puertas cerradas.

Suspiro, tranquilizando mi acelerado corazón. En ese momento escucho la música sonar y entonces las puertas se abren.

Levanto la cabeza y entonces mi mundo se detiene. Todo a mi alrededor desaparece y solo existe él.

Kacchan.

El amor de mi vida.

El dueño de mi corazón.

Y mi futuro esposo.

Me quedo estático ante su mirada. No podía dejar de mirarlo. Ese traje negro se amoldaba a la perfección a su escultural cuerpo. Es tan perfecto. Y pensar que es completamente mío. Todavía me cuesta creerlo.

Me sonríe haciendo que mis mejillas se vuelvan rojas. Mis piernas empiezan a moverse inconscientemente, en su dirección. Al llegar a su lado me coloco frente a él, agarrando sus manos y mirándolo a los ojos con nada más que amor. Kacchan sonríe, mirándome con profundo amor y cariño.

—Eres hermoso—murmura sin dejar de mirarme.

—No más que tu.

Termino con la distancia que nos separa, abrazándolo con fuerza. Lo había extrañado tanto durante las horas que habíamos estado separados.

Íbamos a besarnos cuando escuchamos un carraspeo, volviendo a la realidad.

Al volver a la realidad nos damos cuenta de que estábamos siendo observados por todos nuestros invitados. Nos sonrojamos. Nos separamos y empezamos la ceremonia.

Después de decir el acepto llega al fin el momento más deseado.

—Por el poder que se me ha sido concedido yo os declaro esposos. Podéis besaros.

Nos giramos, mirándonos cara a cara. Kacchan pasa sus brazos alrededor de mi cintura, yo coloco los míos alrededor de su cuello. Nos vamos acercando al otro poco a poco.

—Te amo, mi amor—susurro.

—Te amo, mi vida.

Y por fin, después de lo que pareció una eternidad, unimos los labios en un dulce y largo beso.

Mentiría si dijera que este beso había sido como los demás. No, este beso se había sentido distinto, mucho más especial. Significaba felicidad, amor y un nuevo comienzo.

Un nuevo comienzo juntos, como recién casados.

Y puede que en un futuro, como una familia.


~~~


—¡Es hora del brindis!

Nos acercamos a la mesa y nos sentamos mientras uno a uno van subiéndose al escenario.

El primero es Kirishima.

—Bakugou es un hermano para mi. Desde que nos conocimos supe que sería así y a pesar de su explosivo comportamiento es el mejor amigo que se puede tener. —sonríe —. Recuerdo cuando descubrí los sentimientos que tenías por él. Yo te decía que te animaras a confesarte, pero tenías miedo. No querías que acabará mal y que lo que teníais en ese momento se fuera a la mierda. Pasabas día y noche pensando en lo mucho te gustaba sin saber que él también estaba loco por ti. —no puedo evitar sonrojarme—. Me hace muy feliz ver donde estáis ahora. Os deseo todo lo mejor y que estéis juntos toda la vida. Enhorabuena a los dos y enhorabuena a ti amigo, has conseguido casarte con quien tu llamabas el amor de mi vida. —levanta su copa—Así que quiero pedir un brindis, por la feliz pareja.

Todos levantan su copa, brindando. Limpio las lágrimas que habían salido de mis ojos.

Kacchan coloca una mano sobre mi mejilla, sonríe y acerca nuestros labios, besandome con ternura.

—Te amo.

—Y yo a ti.

La siguiente en subirse al escenario fue Ochaco.

—Eres el mejor amigo que se puede tener Deku. Siempre estás ahí para ayudar a los demás, por lo que esa vez que me entere de tus sentimientos por Katsuki quise ayudarte yo. Pensé, se merece ser feliz después de todo lo que hace por los demás. Por lo que, junto a Kirishima decidimos ayudaros. Era muy divertido veros babear continuamente por el otro. Y más viendo lo obvios que erais. No dejabais de miraros a cada rato y de babear y suspirar por el otro. —escucho risas. Me sonrojo—Estáis hechos el uno para el otro y os deseo todo lo mejor para el futuro.


~~~


Sonrío viendo a Kacchan acercarse a mi con una gran sonrisa.

—¿Me concedes este baile? —pregunta, extendiéndome la mano.

—Siempre —agarro su mano.

Caminamos hacia la pista de baile. En ese momento empezaba una canción lenta. Kacchan coloca sus manos sobre mi cintura y yo coloco las mías sobre su cuello. Empezamos a movernos al ritmo de la música. Sonreímos mientras nos miramos a los ojos. No podría explicar con palabras lo mágico de este momento. Mi corazón no dejaba de bombear acelerado y estaba seguro de que mis ojos no dejaban de brillar.

—Te amo, mi amor. Siempre te he amado y siempre lo haré.

Se me humedecen los ojos.

—Te amo, Kacchan y siempre te amaré.

—Estaremos juntos para siempre.

Asiento.

—Para siempre.

Sellamos esa promesa con un profundo lleno de amor, promesas y esperanzas.

Y pensar que todo esto empezó por unas Miradas indiscretas.

Miradas indiscretas {Bakudeku} (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora