Miradas indiscretas {Bakudeku} (Terminada)

13. Celos

Amaba tanto a mi peliverde, que podría morir si no lo tuviera a mi lado.

Después de pasar todo el recreo juntos, volvimos a clase. Era una mierda ir a clase ya que no podíamos besarnos ni abrazarnos, pero tristemente no podíamos hacer nada.

Cuando llegamos a clase nos dirigimos a nuestros asientos y nos sentamos. Lo miro.

Como desearía estar sentado a su lado.

El profesor entra y empezamos la clase.

—Hoy tengo que anunciaros que hay un alumno nuevo. Pasa y preséntate.

¿Un alumno nuevo? ¿Ahora?

La puerta se abre y por ella entra un chico. Era alto, cabello negro y ojos azules.

Se coloca delante de todos con un semblante serio y seguro.

—Hola, me llamo Kai Matsuda— pronuncia con voz grave—. Es un placer conocerlos.

Miro a mi alrededor viendo como todas las chicas se han quedado embobadas con él.

Pongo los ojos en blanco. Tampoco me parecía para tanto. Yo era mucho mejor que ese tipo.

Pasea la mirada por toda la clase hasta que lo veo detenerse en…

El peliverde.

Frunzo el ceño.

¿Qué mierda hacia mirándolo?

El peliverde en cambio ni lo miraba. Se encontraba escribiendo algo en su cuaderno, ignorando todo a su alrededor.

Sonrío. Se veía tan tierno cuando se concentraba.

—Bueno, como ya te has presentado, puedes sentarte. Siéntate en el asiento libre, junto a Midoriya.

¿Cómo?

Asiente, se acerca al asiento y se sienta. Veo como gira la cabeza y se queda mirándolo.

Aprieto los puños con fuerza.

Como siguiera mirándolo así acabaría con él.

Cuando Deku parece darse cuenta de su presencia lo mira y se sobresalta. Lo mira confundido, pero enseguida lo ignora y vuelve a lo suyo.

Después de eso el tipo deja de mirarlo y continuamos con la clase.

∞∞∞

Afianzo el agarre en su cintura, acercándolo más hacia mi pecho. Suspira, acurrucándose más contra mi. Dejo un beso sobre su frente.

Amaba estar así con él. Sentirlo me hacia sentir mucha paz en el corazón y me relajaba mucho.

Acaricio su pelo con suavidad, hasta que minutos después se queda dormido. Sonrío dulcemente. Dejo un beso en su frente. Cierro los ojos y me quedo dormido.

∞∞∞

Quería matar a alguien.

Y tenia al objetivo perfecto.

Nos encontrábamos en el salón todos juntos. Los demás hablaban entre ellos, mientras yo estaba que echaba humo por lo que veían mis ojos.

El tipo ese nuevo se encontraba en uno de los sofás hablando con Deku, lo que me enfurecía.

No me enfadaba el echo de que hablara con él, bueno, puede que un poco, sino el echo de que este coqueteando con él y de que él pueda hablar con Deku sin problemas, mientras que yo no puedo acercarme a él por miedo a que sospechen de nosotros.

Todo esto era una real mierda.

Suspiro, ignorándolos a todos y poniéndome a ver la televisión.

—¿Te ocurre algo tío?— pregunta Kirishima, sentándose a mi lado.

—No— respondo, tajante.

—No me mientas, se que algo pasa. ¿Es por Izuku? ¿Por qué no te acercas a él?

—Tu sabes porque.

—¡Oh venga! ¿Vas a pasar de la persona que amas por miedo al que dirán? Te creía más listo.

Lo fulmino con la mirada.

—No sigas por ahí…

—Tu me haces hacerlo. De verdad, tío, ¿Por qué tienes miedo? Pensaba que ya habías superado esa fase. Tienes al pobre Izuku preocupado, mirándote y preguntándose que te ocurre.

Duele.

Saber que mi peliverde estaba preocupado por mi culpa dolía mucho. Lo único que quería era abrazarlo, besarlo y estar a su lado toda la vida.

—…

Suspira. Me da un apretón en el hombro.

—Haz lo correcto — se levanta y vuelve con los demás.

Giro la cabeza, buscándolo con la mirada. Lo encuentro mirándome. Me miraba con preocupación y tristeza. Me dolía y por alguna razón no me salían las palabras.

Aprieto los dientes, apartando la mirada. Me levanto y salgo de allí.

∞∞∞

No entendía nada.

¿Qué le había pasado?

Esta mañana estábamos muy bien y de pronto estaba serio, se aislaba de los demás y ni me miraba.

Estaba muy preocupado y aunque no lo dijera me dolía su rechazo.

Las lágrimas picaban, amenazando con salir de mis ojos.

¿Qué había ocurrido?

¿He hecho algo mal?

¿Le había sucedido algo?

No entendía nada.

—Deku, ¿estas bien?— pregunta, Ochaco, sentándose a mi lado.

—Nose, yo…— mis ojos empiezan a picar de nuevo.

—Dime, ¿Qué ha pasado?

Le cuento todo lo que ha pasado y le digo lo poco que entendía de todo esto.

—Bueno, yo pienso que…,oh Deku— me abraza con fuerza. Escondo la cabeza en su cuello, sollozando.

—L-Lo siento, pero es que, n-no entiendo nada. L-Lo amo, tu s-sabes cuanto y m-me duele que h-haga eso. ¿P-Por qué me trata así? ¿H-He hecho algo malo?

—No, tu no has hecho nada malo. Seguramente le habrá pasado algo y no habrá querido decírtelo.

—¿P-Por qué? ¿Por qué no me lo dice? ¿T-Tan poco le i-importo como para no querer pedirme ayuda?

—Muchas veces las personas tenemos miedo a pedir ayuda y por eso no lo hacemos. Además, Bakugou te ama, te lo ha dicho muchas veces.

—Y yo lo amo con él, con mi vida.

Sonríe.

—Lose.