Capítulo 26

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El estado de las personas siempre se basa en ciertos aspectos, la vida que llevan está centrada en todas las decisiones pasadas que han tomado.

Sin embargo, de vez en cuando, dichas personas no utilizan la razón y simplemente se dejan llevar por los sentimientos que las logran hipnotizar en ese momento.

Y es que no me puedo sacar de la cabeza que a las personas no se les puede condenar por una acción errónea cometida en su vida y, sin embargo, ahí estaba yo, culpando a la que alguna vez fue mi madre del hecho de que yo no era por completo feliz.

Pero aquí también hay otra pequeña historia... yo no deseaba estar triste para siempre, además de que yo quería dejar un sello en el único lugar importante que conocía a los 17 años, en pocas palabras, la preparatoria.

Ser la reina del baile era como ser una leyenda. 

Yo estaría inmortalizada en el anuario, seguro que todas las personas de mi generación recordarían quien había sido y, lo más importante, era como el sueño adolescente, era la cumbre de todos mis deseos.

Cada día que se acercaba el baile yo estaba más segura de que esa corona seria mía, pues tenía la mejor arma de todas: un chico que parecía el protagonista de una película de Hollywood.

Entonces... ¿porque no podía sonreír?

Seguramente se debía a la conversación que estaba escuchando en ese preciso momento.

A ti te queda perfecto el color verde limón le comentaba Mary a Lauren.

Pero el trasero se me verá gigante con ese corte — mi amiga castaña se miraba el trasero en el espejo mientras torcía los labios.

Pero acentúa tus pechos — la morena se detenía a ver cada detalle en el cuerpo de Lauren.

Yo no tengo pechos — recalcó Lauren.

¡Exacto! — Mary sonrió victoriosa, — se te verán, aunque no tengas.

No me convence — la castaña se lanzó al sillón que había tras ella.

¿Tu qué piensas Elizabeth?

Por su puesto, mis pensamientos estaban a miles de kilómetros de distancia, pero claro que yo no lo dejaría que ellas notaran que lo que menos me importaba en ese momento era si Lauren tenía o no pechos.

¿El color rojo se me ve bien? — pregunté para que creyeran que estaba en la misma sintonía que ellas.

A ti te quedan perfectos todos los malditos colores — se quejó Lauren.

De todos modos, no podemos hacer nada hasta que nos probemos los vestidos reales saqué lentamente mi celular como a quien no le importaba nada de lo que pasaba a su alrededor.

Es que estoy tan emocionada, no falta nada para el baile — el tono chillón de Mary me hastió, así que me levanté y comencé a caminar hacia la salida.

Me iré — levanté la mano para despedirlas, — tengo que pasar por Victoria para ir a la prueba.

No sé a qué va — blanqueó los ojos mi amiga, — ni al baile, ni a la prueba, de hecho, no entiendo porque sigues hablando con ella si ya tienes al hermano.

A different kind of blue✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora