Llegué a la escuela a la hora precisa en que mi primera clase estaba a nada de empezar, sin embargo, yo no logré seguir caminando ya que frente a mí se encontraba una lona gigante que de ninguna manera podía pasar desapercibida.
En la lona se podía ver claramente a los seis candidatos para ser el rey y la reina del baile.
La primera persona en notarse era Sebastián, con su perfecto cabello cobrizo, sus hermosos ojos color miel y su espectacular sonrisa.
Seguido de él estaba Max, con su cabello negro ondulado y sus ojos azules con los que te podrías quedar embobada todo el maldito día.
Y por último estaba Josh, que se veía guapísimo con su cabello rubio y sus ojos color esmeralda.
Todos, dignos candidatos para ser reyes del baile, de eso no había duda alguna.
En el cartel seguía una frase: "elige sabiamente con los ojos".
Una risa salió de mi pecho, pues era obvio que tenían que poner una frase tan estúpida como esa.
Del otro lado, en la parte superior derecha se encontraba la foto de Mary, con su hermoso cabello castaño ondulado y sus ojos cafés que hipnotizaban a cualquier chico.
Después seguía yo, mi cabello estaba un poco desordenado pero la blusa verde que llevaba puesta resaltaba el color de mis ojos.
Y por último se encontraba la perra de Hanna, con su perfecto cabello rubio y sus ojos azules que contrastaban por completo con su rostro delicado.
Ahí estaban las candidatas, dándolo todo por una corona pero...
¿Eso era lo que realmente quería yo?
Me había esforzado tanto para ver mi rostro entre los candidatos a reyes y, ahora, al tenerlo frente a mí, no me hacía sentir nada, el vacío dentro de mí me asustaba pues se suponía que debería de estar dando saltos del gusto.
— Aquí sí que hay producción — la burla de Victoria me hizo sonreír al instante.
— Que te puedo decir — me encogí de hombros, — ¿a quién no le gustaría verme en un cartel de este tamaño?
— Creo que a mi hermano se le ve un moco en... — dejó de hablar en el instante en el que le lancé una mirada asesina, — solo digo la verdad.
— Lo dudo — comencé a caminar hacia el pasillo que me llevaría a mi clase, — nos vemos espectaculares y tu debes de aceptarlo.
Hizo un mohín y luego rodó los ojos con necedad.
— ¿Vas hacia tu clase? — me preguntó en un grito.
— Obviamente, hasta las reinas deben estudiar — me jacté.
Esperaba una respuesta verbal, pero en vez de eso ella me hizo una reverencia exagerada que me sacó otra sonrisa.
Al llegar a mi salón me encontré con un montón de alumnos amontonados justo frente a mi pupitre, los empecé a quitar uno por uno para después darme cuenta de la razón por la que todos se aglomeraban allí.
— Que hermosas flores Elizabeth, ¿son de Max? — comentó Mary en voz alta para que todos escucharan.
Tomé la tarjeta que tenía colgada y la leí en mi mente:
Para la reina de esta escuela, ganes o pierdas, ese título ya te pertenece.
S.T.C.I.
— ¿De quién es? — me preguntó una chica tras de mí.
No tenía la menor idea de la autoría de esa nota ni de quien me había más dado esas flores, pero claramente yo no diría eso a estas alturas de la candidatura, así que solo llevé la nota a mi pecho y suspire como retrasada.
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A different kind of blue✅
RomanceSer el rey y la reina del baile es algo que para muchos no es de mera importancia, pero para la preparatoria Miller ese no era el caso, y Elizabeth lo sabía. Ella no quería pasar desapercibida, por ello se empeñó en buscar al chico perfecto para que...