Con Shu y sus síntomas del embarazo en buen estado, Free y Silas únicamente se dedicaban a cuidarlo y mimarlo en cada oportunidad que tenían.
— Si necesitas algo llámame ¿si?.— Silas le dio un beso tierno y le acarició su vientre con ternura.
— No te preocupes, estaremos bien.— Shu sonrió y le acomodo el cuello de la camisa.— Tú vete tranquilo.
Ante eso el peliverde asintió. Estaba trabajando de medio tiempo a la par de sus estudios en Derecho para los gastos del bebé que se venían a futuro. Quería ahorrar lo más posible también por una razón en especial.
Pues tanto él como Free estaban buscando un lugar para vivir con Shu y el bebé. Su relación era diferente a las demás pero habían tomado la decisión de permanecer juntos. Y aunque muchas veces se pensaba que Shu se inclinaba más por uno de los dos, la realidad es que Silas tenía muchas cualidades que complementaban a Shu, al igual que las que tenía Free. Era un triángulo en perfecto equilibrio y Shu les daba a los dos el mismo amor incondicional por igual.
— ¿Tienes hambre conejito?.— Free al atardecer después de su trabajo en la reserva ecológica había pasado a verlo. Le acarició su pancita con cariño.
— Ya comí algo.— Sonrió dándole un beso de bienvenida.— ¿Pero tú quieres comer? Prepare algo después de la universidad.
— Claro, gracias.
Tanto Silas como Free adoraban la comida de Shu, el albino pese a haber crecido en una mansión llena de sirvientes había aprendido a cocinar desde muy pequeño y tenía buen sazón. La realidad era que su abuelo le había inculcado ese hábito... Siendo un doncel debía casarse con un hombre a su altura y debía ser un buen esposo y amo de casa.
No imagino que terminaría por enamorarse de dos chicos tan maravillosos.
— Lindo.— Silas había pasado a verlo después del trabajo.— Free.
— Llegaste temprano.— Lo saludó el pelirrubio.
— ¿Quieres cenar? Alcanza para los dos.— Shu sonrió.
Aunque cuando dejo el plato en la mesa el aroma incómodo a Free y enseguida se levantó para ir al baño.
— ¿Te sientes bien?.— Shu se había preocupado al ver a Free un poco pálido.
— Creo que si...— Aunque el simple hecho de recordar ese aroma le hizo volver al baño nuevamente.
Lo único que Free estaba pasando era que, tenía los mismos síntomas del embarazo de Shu. Algo muy normal en los padres, eso le causo gracia a Silas aunque enternecio a Shu.
— Buenas tardes.
— Hola Shu, pasa.— Sonrió la señora Karlisle.
Un par de días después, Shu había llegado al departamento donde vivía Silas con su madre, había salido temprano de la universidad y ese día Silas descansaba del trabajo asi que llegó a darle la sorpresa.
Tanto la madre de Silas, como los padres de Free se habían enterado del embarazo y obviamente al principio no sabían que decir pero... Viendo como eran tan delicados a Shu y el bebé, comenzaron a asimilar las cosas. Y no tardaron en también esperar al bebé con emoción, como cualquier abuelo feliz por la noticia.
— Yo ya iba de salida hijo, pero siéntate, Silas se metió a bañar...
— Si, gracias.
Cuando se despidieron, Shu se decidió a esperar a su peliverde en la habitación de este. Había recibido un mensaje de Free y le dijo donde estaba, minutos después Silas salió con una toalla alrededor de la cadera y el torso desnudo.
— Shu.— Aunque se sorprendió de verlo sentado en su cama descansando su espalda con las almohadas.— ¿Qué haces aquí lindo?.— Se inclinó a besarlo.
— Te quería dar la sorpresa.— Le mostró el celular.— Free dice que si trae algo para preparar y comemos aquí.
— Claro, por mi está bien mientras cocines tú.
Eso le causo gracia a Shu pero sonrió mientras veía como se arreglaba y platicaban un poco, aunque había un detalle más que había notado.
— Silas...— La voz de Shu atrajo su atención.— ¿No estás... subiendo de peso?
— ¿Qué?.— Silas se abrochó el cinturón aún con el pecho desnudo.— ¿Eso piensas?
— Es que, te veo más gordito de la cara.— Shu se acercó y le tomo las mejillas.
— Deja de tocar.— Silas se avergonzó y le retiró las manos con cuidado.
Aunque se vio al espejo, sucede que, de entre Free y Silas, este último era el que tenía mejor cuerpo y músculos más marcados. Pero viendo su reflejo en el espejo... la realidad era que si estaba subiendo un poco de peso pues había estado comiendo más dulces por los antojos de Shu en su embarazo.
Al parecer Free no era el único que tenía los síntomas que Shu había estado experimentando. Muchas veces la empatía del embarazo es tal, que hasta los padres comparten los síntomas.
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¿Quién es el padre? • SiShu ~ FrHu [Beyblade Burst] Agosto de M-Preg
FanfictionY todo por culpa del alcohol acabe haciendo cosas que no debía... Pero de algo estoy seguro, que esté bebé no tiene la culpa de nada, y también me di cuenta... De que los quiero a los dos. ~•~•~•~•~•~•~•~•~ Actividad para el Agosto de M-Preg que o...