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Querida Wanda,


Estoy en casa de mi familia. Me desahogue con ellos, tienes que ver a Yelena, le hable de ti. Ella me decía que jamás me había visto tan feliz desde que nos separaron, que estaba muy feliz por mí. Quiero decirte algo, recuerdo mirarme al espejo y verte a ti sonriendo detrás de mí, recuerdo empezar a llorar silenciosamente, diciéndome porque te abandone. Aunque no lo creas he sentido bastante dolor desde que no estoy contigo, me siento responsable en muchos sentidos porque no me sentía bien por no cumplir mi promesa. Prometí estar siempre incluso sabiendo que mi pasado me estaba buscando, y lamento romper mi promesa, lo lamento no sabes cuanto. En mi travesía si así se puede decir, pase por una tienda de joyas y te compre una, se que tú color representativo es el rojo, y te compre un anillo con un rubí... Estoy pensando en pedirte matrimonio, es probable que sea una locura, por el poco tiempo que llevamos juntas, bueno, en realidad de conocernos. Pero con nadie con el que he estado he sentido esto, esa sensación interna de mariposas... Me tengo que ir, tengo que ir a combatir mi pasado.


Te amo...

Guardar nuestro amor en papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora