XXIII

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Y esa fue la última carta que Natasha escribió para Wanda. Natasha, dio su vida para salvar la vida de ella... Wanda regresó en una sola pieza al mundo, no recordaba mucho, corrió a la ciudad en búsqueda de Natasha. Tomo un vuelo para ir a la base, pero no contaba con que había sido destruida, lo único que le quedaba era buscar a Stark... Fue al único lugar que quedaba, la casa del lago, habría escuchado de ella pero jamás pensó que allí encontraría el dolor más grande de la historia.

- ¡Clint! - dijo ella corriendo hacia él.

- ¡Dios Wanda! - dijo él corriendo a abrazarla -. Estás devuelta ¿Estás bien?

- Si... ¿Y Natasha? - dijo ella buscándola con la mirada.

Tras no escuchar una respuesta de parte de Clint. Leyó su mente, y vio aquel recuerdo.

- Dile que la amo... - dijo Natasha para después soltar la mano de Clint.

Volvió a la realidad... Con un vacío en el pecho y su corazón roto, mejor dicho, hecho trisas.

- ¡¿Cómo pudiste?! - dijo ella alejándose de Clint -. ¡La dejaste ir!

- Lo lamento Wanda.

- ¡Mi esposa está muerta! - dijo ella cayendo de rodillas al suelo.

- ¿Wanda? - dijo Steve -. ¿Qué sucede?

- ¿Por qué no la salvaron? - dijo ella levantándose con sus poderes saliendo de sus manos -. ¡¿Por qué no la trajeron con vida?!

- Ella me dijo que te dijera que...

- ¿Wanda? - pregunto una niña pequeña caminado hacia ella -. ¿Eres Wanda?

- Si soy Wanda - dijo agachándose y limpiando sus lagrimas -. ¿Cómo te llamas princesa?

- Soy Morgan... ¿Eres la esposa de mi tía Natasha? - dijo ella sonriendo un poco.

- Si princesa - dijo sonriendo un poco -. Te pareces demasiado a Tony.

- Me lo dicen mucho - dijo la pequeña riendo un poco -. Él también se fue...

- Oh... Lo lamento mucho - dijo ella respirando profundo -. Él debe de estar orgulloso de tener una niña tan inteligente.

- Me han contado mucho de mí tía Natasha - dijo la pequeña sonriendo -. Ella te amo muchísimo...

- ¿En serio lo crees? - dijo Wanda acomodando el cabello de la niña detrás de su oreja.

- ¡Si! - dijo la pequeña abrazándola.

Y aunque la joven Wanda no quería llorar para no entristecer a la pequeña... Algo dentro de ella empezó a palpitar, como un calor interno después de recibir ese abrazo. Se levanto y tomando de la mano a Morgan caminaron hacia el muelle, donde la pequeña se despidió y empezó a gritar que quería hamburguesas de queso.... Wanda, solo veía el hermoso paisaje, mientras que tomaba su anillo, aquel Ruby que Natasha tanto busco para dárselo.

- ¿Cómo te sientes? - preguntó Clint mientras que se acercaba.

- Mejor - dijo mirando su anillo -. ¿Ella te dijo?

- ¿Qué te iba a pedir matrimonio? - preguntó él, Wanda solo asintió sin mirarlo -. Si... De hecho fue a la tumba de tus padres para pedirles su permiso.

- ¿En serio? - pregunto con su voz debilitada además de que sus ojos empezaban a cristalizarse -. ¿Ella sabia que yo la amaba?

- Ella lo supo desde el primer momento - dijo Clint pasando su brazo sobre el hombro de Wanda -. Ella quería que supieras que donde sea que este, va a protegerte... Que nunca estarías sola.

De pronto el saco todas las cartas que Natasha habría escrito para ella... Sus ojos se cristalizaron al ver la letra a escrita a mano de su amada.

- Gracias Clint - dijo la joven pelirroja, abrazándolo muy fuerte -. No sabes cuanto apreció que me apoyes en esto.

- Solo prométeme que me vas a llamar cada que necesites algo.

- Tranquilo... - ella sonrío un poco limpiando sus lagrimas -. Lo haré, por ella. Voy a mejorar y aprenderé a controlar este poder.

Guardar nuestro amor en papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora