XXI

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- Habla conmigo - dijo ella tras ver que yo no cruzaba palabra con ella -. Lo arruine por no hablar contigo. Por no decirte que me iba.

- ¿Qué si lo arruinaste? - dije enojada -. Mandaste todo a la mierda... Si no quieres estar conmigo ¡Solo dímelo!

- Wanda... - dijo con su voz calmada -. Por favor quiero que me escuches.

- No te voy a escuchar, porque no voy a perder el tiempo - dije intentando salir de la habitación.

- ¡Yo te amo! - dijo ella, me detuve un segundo -. ¡Volví a ver a mi familia! Y por más que intentara dejar de pensar en ti, y concentrarme en mi misión... No podía.

Me voltee lentamente para ver su rostro. Nuestras miradas se juntaron como si fueran una sola.

- Te juro que yo no quería terminar esto - dijo acercándose -. Yo jamás voy a dejarte sola... Porque yo si cumplo mis promesas.

- Natasha - dije serie dando un paso atrás -. Y aunque así hubiera sido. Me hubiera gustado que te hubieras despedido.

- Yo...

- Está no es la primera vez que desapareces - dije manteniendo mi tono serio -. Y estoy segura de que no va a ser la última, porque cuando comienzas a amar de pronto empiezas a desaparecer. A alejarte.

- Si, porque me da miedo - dijo defendiéndose -. Me da miedo amar, porque se que no soy lo suficiente para ti. Y estoy segura de que hay más personas que podrían ser buenas para tí.

- Pero yo te quiero a ti Natasha - dije acercándome a ella, poniendo mis manos en sus mejillas para después sonreír un poco -. Yo te escogí a ti. Y lo hare siempre.

- Incluso sabiendo que...

- Incluso sabiendo que me vas a hacer pataleta - dije riéndome un poco -. Incluso sabiendo que me vas a mirar feo. Incluso sabiendo que podríamos morir en cualquier momento. Incluso sabiendo que no sabemos que sucederá en el futuro.

- ¿En serio? - dijo poniendo sus manos encima de las mías.

Yo asentí con una sonrisa en mi rostro. Ella pone sus manos en mis mejillas y me besa. Paso mis brazos alrededor de su cuello... Recuerdo escuchar una voz detrás de nosotras. Mis ojos se pusieron rojos, pero al reconocer la voz de Rogers, me controle.

- ¿Por qué nos interrumpes soldado? - dijo juntando su frente con la mía -. Estaba por ser romántica.

- Entonces me voy - dijo él riéndose un poco, yo estaba un poco confundida.

- ¿Qué? - pregunte curiosa, ella se alejo un poco de mí, y puso una rodilla en el suelo -. ¡No! ¡Pensé que era jodiendo!

- Tu sabes que yo no miento - puse mi cabeza un poco de lado -. No a ti. Entonces, Wanda Maximoff.

Ella empezó a reír nerviosa.

- Hemos pasado las suficientes cosas para saber que quiero que seas la chica con la que pase el resto de mis días. Donde siempre voy buscar amor. Quiero que seas la chica con la que me levante todas las mañanas - yo en ese momento ya estaba llorando -. Quiero que seas la chica con la que tenga una familia... Con la que muestre mi lado cursi y cariñoso. Donde, pueda encontrar mi lugar seguro. ¿Te casarías conmigo?

- ¡Siii! - dije tirándome sobre ella, ambas cayendo al suelo, beso sus labios. Ella toma mi trasero -. ¡Hey!

- ¡Ahoraaaa es mioooo!

- Cállate y bésame... Prometida - dije riéndome un poco.


Guardar nuestro amor en papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora