Historias y One- Shot de Ironwidow

Nuevos comienzos

Tony Stark no era una persona sociable, amaba sus máquinas y los retoques en su taller, pero ciertamente no era de los que prestaban atención al comportamiento o los sentimientos de las personas. Por eso incluso para sus estándares era tan extraño encontrar a La Viuda Negra mirando al vacío sin darse cuenta de que había entrado a la sala común, era aún más extraño porque por el momento eran los dos únicos Vengadores en la torre.

- Hola Tasha, ¿estás bien?

Sorprendida por su presencia, trató de recomponerse y actuar como siempre, incluso cuando claramente él no estaba comprando el acto.

- Sí, claro, ¿por qué no lo estaría?

Frunciendo el ceño, decide no jugar el juego porque si ella estaba tan perdida en sus pensamientos, algo estaba claramente mal.

-No sé, ¿me dices?

- Déjame en paz, Stark- dice dándose la vuelta ignorándolo

Así no es como funciona conmigo, señorita , pensó antes de caminar hacia el sofá y dejarse caer junto a ella.

- ¿En serio? ¿Volvemos a todo el asunto del apellido? Pensé que habíamos pasado eso.

- ¿Qué quieres? - dice exasperada

- Quiero saber por qué mi amiga está toda melancólica y malhumorada mientras está sentada sola en la sala. ¿Es eso tan malo?

- Viniendo de ti...

- La desviación y las palabras hirientes no me harán nada, he sobrevivido a cosas peores así que vamos, cuéntamelo. ¿O tengo que pinchar y pinchar hasta que te canses de que te moleste y finalmente me lo digas?

Suspirando lo intenta una vez más

- Mira, sé que eres la gran araña asesina aterradora y que no quieres mostrar lo que sientes porque es una debilidad, pero ¿qué tal si tenemos un tiempo aquí y tenemos una conversación real por un segundo?

- ¿Y si me niego? – lo mira tratando de lanzar su mirada más mortífera que él ya ni siquiera considera peligrosa

- Bueno, podría dejarte soportar las miradas de desaprobación de Spangles y su charla de una hora sobre cómo tu mecanismo de afrontamiento no es saludable y por qué siempre debes confiar en tus compañeros de equipo y contarse todo, bla, bla, bla.

Tratando de ocultar su sonrisa ante sus payasadas vacilante, solo dice: Necesitaré algo fuerte después de esto si vamos a ponernos todos llorosos.

- Las buenas cosas rusas siempre te están esperando en la nevera. ¿Verdad, viernes?

- Absolutamente, Sra. Romanoff. El jefe siempre se asegura de que tengas suficiente vodka bueno.

- Gracias, niña. ¿Ver? Ahora, ¿me dirás qué está pasando en esa cabeza tuya? – dice dándole una sonrisa reconfortante

- Ni siquiera sé cómo decir esto, pero está bien. Tienes que prometer que no le dirás esto a nadie. ¿Comprendido? – dice ella cubriendo su rostro con sus manos mientras él debate si sería inteligente pasar su brazo por sus hombros, él odia verla así.

- Sí, absolutamente, te lo prometo- diciendo esto con tono solemne porque puede ver que esto es muy importante para ella.

- OK. He estado hablando con Helen sobre las propiedades de la cuna y cómo puede regenerar tejido...

- Ok... - dice sin saber a donde va con esto

- Dice que podría ser posible revertir los efectos de lo que me hizo la habitación roja, que tal vez tener hijos puede ser una opción para mí – dice esto mirando a cualquier lado menos a él