Historias y One- Shot de Ironwidow

Como un ladrón

"¿Natalie?" preguntó Tony. ¿Qué estaba haciendo ella aquí? Ella no había llamado para decir que vendría, y él sabía que no tenían planes porque él se había saltado una fiesta de mierda para volver a casa sin decírselo a nadie.

Se congeló, dándose la vuelta con una sonrisa plástica y escondiendo su mochila detrás de ella tan sutilmente como pudo. Habría sido más sutil si se suponía que debía estar aquí y no vestida de negro con el cabello recogido hacia atrás, una combinación que nunca eligió, citando que le lavaba la cara. "Oye, Tony. ¿Pensé que estabas en esa fiesta con Rhodey?"

"Claramente." Tony suspiró, abatido. No tenía sentido fingir que él estaba bien si ella lo había interpretado tan completamente como evidentemente lo había hecho.

"Para que lo sepas, una mejor tapadera habría sido decir que estabas tratando de sorprenderme cuando regresé. Solo decir que pensabas que estaba en otro lugar solo te hace parecer más culpable, no menos. ¿Qué tomaste? "

Evidentemente, Natalie no vio el sentido de continuar con la farsa ahora que la habían atrapado. Su sonrisa se deslizó de su rostro como si nunca hubiera estado allí. "Nada de Industrias Stark, si eso es lo que te preocupa".

Tony asintió. "Es bueno saberlo. Entonces, ¿qué tomaste?" Ella vaciló, por lo que Tony agregó: "O me lo dices a mí o puedes decírselo a la policía".

Esbozó una sonrisita astuta y poco familiar y ladeó la cadera. Parecía directamente de un panel de Catwoman, solo que su ropa era más funcional que sexy. Tony tuvo la sensación de que ella habría cambiado eso si hubiera pensado que se encontraría con alguien. "Oh, Tony, no me entregarías, ¿verdad?"

"Por el amor de Dios, Natalie, solo dime lo que tomaste. Si es de Howard, podría dejarte ir".

"¿Puedo obtener eso por escrito?"

Tony la miró un minuto más. "Tomaste las perlas, ¿no es así?"

"Entre otras cosas", admitió. "Sin embargo, piénsalo por un minuto, Tony. ¿Prefieres que me quede con el collar de tu madre o con el próximo buscador de oro que trae Howard?"

"¿Estás tratando de decirme que no los vas a vender? Probablemente en pedazos. Algo tan grande no puede ser seguro para vender en un solo lugar. Sin ninguna documentación, probablemente pensarían que lo robaste. Así que el La verdadera pregunta es, ¿preferiría saber que estaba a salvo aquí conmigo, es cierto que en el cuello de la siguiente mujer que mi querido papá lleva a la cama, pero a salvo de todos modos, o preferiría saber que fue destrozado para ti? ¿ganar?"

Natalie empezaba a verse nerviosa, mirando a su alrededor de vez en cuando como si él se estuviera demorando... no era así. "¿Qué quieres, Tony?"

"¿Cuánto crees que recibirías por ese collar?"

"¿Qué?"

"El collar. Si lo vendes, ¿cuánto crees que ganarás vendiéndolo a joyerías y casas de empeño?"

"Alrededor de cinco mil". Entre las perlas, los diamantes y el oro que lo decoraban, eso sonaba bastante bien. Si regateaba, podía conseguir otros quinientos, y si se vestía con algo revelador y encontraba a un pervertido atendiendo el mostrador, conseguiría mil. Valía más que eso, por supuesto, pero ella nunca sería capaz de obtener el valor completo por ello.

Tony asintió lentamente. "Bonita pequeña suma. Te diré qué, vamos a mi habitación ahora mismo, y te pagaré esa cantidad por el collar. Me lo das y puedes irte con todo lo demás".

"¿Y no llamarás a nadie?"

"No."

"¿No les dirás que fui yo? ¿Ni siquiera Howard?"